América Latina, vista quizás como primitiva y subdesarrollada por algunos, ha entregado muchas cosas que vale la pena reconocer y recordarles a quienes sigan con una idea equivocada de nuestro territorio. Estos son algunos de los más destacados inventores de la región.
Pedro Paulet – Cohetes
Nacido en Arequipa en 1874, este ingeniero peruano fue la primera persona que en 1895 construyó un motor de propulsión a combustible líquido para un cohete, y es considerado uno de los “padres de la aeronáutica” y la cohetería moderna.
Entre sus creaciones se cuentan motores de reacción, sistemas de propulsión y un aeroplano que usaría baterías termoeléctricas y motores de cohetes. La carrera de Paulet comenzó a los 19 años, cuando recibió una beca del gobierno para estudiar ingeniería en La Sorbona, en París. Se dice que se inspiró en la manera en que se desplazan los calamares en el agua para diseñar su sistema de propulsión a chorro, que se utiliza en los cohetes actuales. Aunque el aporte de Paulet fue poco reconocido luego que los alemanes, rusos y estadounidenses se lanzaran de cabeza a trabajar en cohetes y misiles durante y después de la Segunda Guerra Mundial, el ingeniero alemán Wernher von Braun, diseñador del V-2 nazi y el cohete Saturno V que llevó al primer hombre a la Luna, reconoció el aporte de Pedro Paulet en su libro “Historia Mundial de la Astronáutica” de 1966.
En su honor, el 2 de julio se festeja en Perú el Día Nacional de la Aeronáutica.
Guillermo González Camarena - TV a color
Este ingeniero y científico mexicano inventó en 1934, con apenas 17 años, un “adaptador cromático para equipos televisivos”, un sistema temprano de transmisión de televisión a color. Aunque no era la primera transmisión a color de televisión del mundo, el sistema que creó estaba diseñado para adaptar fácilmente equipos en blanco y negro al color.
González Camarena patentó su invención en 1941. También presentó nuevas patentes para sistemas de televisión en colores en 1960 y 1962. El ingeniero realizó las primeras transmisiones a color a través de la TV en México el 8 de febrero de 1963.
Alberto Santos-Dumont – El avión
Ensombrecido quizás por la historia de los hermanos Wright, muchos olvidan a este inventor brasileño, considerado por muchos el verdadero inventor del avión. Santos-Dumont diseñó, construyó y voló el primer dirigible práctico en 1898 en París, donde se había mudado con su familia a los 17 años. Con este viaje, Santos Dumont probó que era posible el vuelo controlado. En 1901, voló alrededor de la Torre Eiffel, ganando fama mundial.
Santos-Dumont siguió trabajando luego en aviones, logrando el 23 de octubre de 1906 hacer volar el “14-bis” o “Oiseau de proie”, un biplano cuyo vuelo fue presenciado por la prensa francesa y certificado por la Federación Aeronáutica Internacional. Si bien los hermanos Wright habían logrado vuelos en 1903, 1904 y 1905, los estadounidenses usaban una catapulta para disparar a la aeronave. En cambio, el avión de Santos-Dumont despegaba por sí mismo, sin ayuda – una diferencia clave.
En Brasil, Santos-Dumont es considerado un héroe nacional. Para más detalles puedes revisar El Origen del Avión.
Luis E. Miramontes – Píldora anticonceptiva
No cabe duda que este invento causó una revolución, y es reconocido como uno de los más grandes inventos de la historia. Este químico mexicano es uno de los creadores de la noretisterona, sintetizada en el laboratorio mientras Miramontes, de 26 años de edad, estudiaba en 1951. Se trata del compuesto activo base del primer anticonceptivo oral sintético. El invento es atribuido también a Carl Djerassi, quien era su profesor, y su colega George Rosenkranz, aunque fue Miramontes quien sintetizó el compuesto por primera vez.
Franklin Chang Díaz – Motores de plasma
Este ex-astronauta y físico costarricense, además de ser uno de los hombres que más ha viajado al espacio (7 veces), fundó Ad Astra Rocket, una empresa con instalaciones en Houston (EE.UU.) y Guanacaste (Costa Rica), con la idea de llevar a la práctica el motor VASIMR. Se trata de un cohete de plasma, que de resultar efectivo, podría utilizarse en la propulsión de naves a Marte. Para más detalles, puedes ver la entrevista que le hicimos aquí en FayerWayer.
Arturo Arias – Intensidad Sísmica Instrumental
En un país como Chile, había que inventar algo para medir los temblores que aparecen día por medio. En 1969, este ingeniero civil creó un parámetro que sirve para determinar el riesgo sísmico de un área, llamada “Intensidad Sísmica Instrumental” o “Intensidad de Arias” (IA). Actualmente es utilizada por ingenieros para determinar los daños que un terremoto provoca en las estructuras y edificaciones. La IA les permite determinar la reacción de un suelo determinado ante un movimiento sísmico. Los aportes de Arias permitieron establecer normas de seguridad antisísmicas en Chile, que fueron probadas con éxito para el terremoto de 1985.
Baruj Benacerraf - Complejo mayor de histocompatibilidad
Este médico venezolano ganó en 1980 el Premio Nobel de Medicina junto a Jean Dausset y George David Snell, por el descubrimiento del “complejo mayor de histocompatibilidad”, una familia de moléculas superficiales de la célula que median la interacción de los glóbulos blancos con otras células del cuerpo. Este complejo determina, por ejemplo, la compatibilidad de un órgano para un transplante, como también la suceptibilidad de una persona a una enfermedad autoinmune.
Juan Vucetich – Dactiloscopía comparada
De origen croata pero nacionalizado argentino tras emigrar a ese país en 1882, Vucetich era un policía y tuvo la idea de utilizar huellas digitales para identificar personas. En 1892, Vucetich fue el primero en el mundo que logró resolver con éxito un caso gracias a las huellas digitales. Francisca Rojas había matado a sus dos hijos, y luego intentó simular que había sido atacada por un tercero, provocándose una herida en el cuello. Sin embargo, una huella digital ensangrentada permitió identificarla a ella como la asesina.
La policía argentina adoptó este método de clasificación de huellas rápidamente, y el sistema se expandió al resto del mundo. En 1904, Vucetich publicó un libro sobre el tema, y viajó por el mundo para investigar más sobre las huellas digitales.
Mario J. Molina – El agujero en la capa de ozono
Este químico mexicano es uno de los precursores en el descubrimiento de las causas que provocaban el agujero en la capa de ozono que está sobre la Antártica, investigación por la que recibió en 1995 el Premio Nobel de Química. Molina trabajaba en un postdoctorado junto al profesor F. Sherwood Rowland en la Universidad de Irvine, donde investigaron una acumulación de clorofluorocarbonos (CFC) en la atmósfera. Los CFC eran producidos por sistemas de refrigeración, aerosoles, solventes, aire acondicionado y otros productos y aparatos. Los investigadores descubrieron que los átomos de cloro, producidos por la descomposición de los CFCs, destruían la capa de ozono. El trabajo se publicó en la revista Nature, y los científicos hicieron un esfuerzo por alertar a las autoridades sobre esta situación, de tal modo que el uso de los CFC está regulado en la actualidad, para evitar un mayor decaimiento de esta capa que nos protege de la radiación solar.
Manuel de Abreu – Radiografías de pulmón
Este médico brasileño es el creador de la “abreugrafía”, una radiografía rápida de los pulmones que permitía determinar si un paciente sufría de tuberculosis, enfermedad que estaba a nivel de epidemia en la década de 1920. Abreu diseñó un método de densitometría para rayos X, comparando el nivel del color blanco de los tejidos biológicos con referencias de densidad como el agua o los huesos. Con esto, se podía interpretar mejor las imágenes, y en 1921 publicó un trabajo sobre los daños en los pulmones provocados por la tuberculosis.