El gobierno paraguayo hizo caso omiso a las protestas en incremento de las organizaciones sociales y se apresta a liberar la siembra en el país de cinco variedades de maíz transgénico, según se conoció hoy.
Sería el segundo paso dado por Federico Franco, quien ocupa la presidencia de la República tras la destitución de Fernando Lugo, para el uso de semillas genéticamente modificadas y agroquímicos vendidos por las multinacionales estadounidenses, preferentemente la Monsanto.
Inicialmente, liberó en agosto las conocidas como Bolgard II de esa transnacional para la siembra del algodón y provocó un estallido de rechazos de parte de entidades campesinas e indígenas, sindicatos y organizaciones políticas.
La oposición se basa en que el uso de esas semillas y aún en grado superlativo los famosos agroquímicos requeridos, no sólo liquidan a la tradicional semilla nacional, sino afectan la salud de los agricultores y el medio ambiente y dificultan otras cosechas en el mismo terreno.
Además, el costo de los transgénicos es lógicamente muy superior y también da al traste con la posibilidad de adquirirlos directamente por los pequeños agricultores o los campesinos mas humildes, quienes caen para sus siembras en manos de grandes empresas.
Según las noticias difundidas aquí, la autorización para las cinco variedades de maíz se refrendará la próxima semana coincidiendo, precisamente, con movilizaciones de agrupaciones campesinas contra este tipo de resoluciones gubernamentales.
Un grupo de organizaciones sociales, incluso, va a participar aquí en los actos de apoyo a la campaña internacional Ocupa Monsanto que expresará en numerosos países del planeta su condena a las actividades de la transnacional norteamericana.
Hay que señalar que, en los planes oficiales se incluye liberar variedades de soja transgénica antes de finalizar el presente año.