Indispensable ir más allá de la evidencia de la catástrofe histórica que
hoy nos toca de manera directa y profunda.
Por muchas partes surgen análisis que impulsan sus verdades. Se dice y
repite de manera continuada e interminable que nuestro problema mayor radica en
el “agotamiento del modelo” y que es necesario y urgente imponer uno nuevo que
en ningún caso se caracteriza ni define.
Es algo que, al parecer, se deja a la interpretación de cada parte
interesada.
¿Y QUÉ ES ESO DE “MODELO”?
¿Pero qué es eso de “modelo”? Desde
mediados de la primera parte del siglo pasado, lo que ha llegado hoy a
la condición de expaís ha vivido de la
renta petrolera, de los precios
internacionales del crudo. Los
momentos de precios altos son de bonanza y al contrario. El registro
actual está sobre los 20 dólares y en los años inmediatamente anteriores los
precios estuvieron en o sobre los 100 dólares.
UNA REVOLUCIÓN CONSTRUIDA EN BASE A LA
TARIFACIÓN SOCIALISTA
La revolución bolivariana comenzó la construcción de un socialismo en
base a la “tarifación socialista”. El populismo socialista fue mucho más lejos
que los precedentes. Es la Escuela Populista actuando en plan de revolución.
Al bajar los precios del crudo la revolución, basada en esa tarifación,
entra en crisis. Se hace materialmente imposible cumplir con las demandas de
una población que desde la pobreza en adelante, está apegada al consumismo y la
abundancia para la que en muchos casos no hay posibilidades de demanda, pero
que se tiene como una esperanza o posibilidad que algún día puede ser adquirida.
17 AÑOS DESPUÉS LA REVOLUCIÓN ADVIERTE
QUE NO PUEDE AVANZAR SIN UN APARATO PRODUCTIVO
Hoy, ante la baja entrada de ingresos-dólares no es posible importar ni
siquiera lo indispensable para satisfacer la demanda de la gente. Y así, 17
años después, el llamado proyecto
socialista cae en cuenta que no es posible avanzar en ningún tipo de cambio
en una sociedad mientras no se cuente con una estructura económico-productiva
que sirva de base y fundamento.
Y mientras no haya esa producción ni suban los precios, no existirán los
recursos nacionales que sirvan para superar la situación deficitaria. ¿Es esto a
lo que se considera fracaso del modelo? ¿Renacería triunfante el modelo con un
repunte de los precios del petróleo o con una importante ayuda internacional a
nivel deuda?
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE
EL MODELO ACTUAL Y PREVALECIENTE EL 27F-89?
¿Cuál es la historia de la deuda en que ha incurrido esta república a lo
largo del proceso social-institucional? ¿Cuál es la diferencia entre el modelo
actual y el prevaleciente el 27F-89 y la
consecuente defenestración de Carlos Andrés Pérez?
Y si la solución a la actual problemática no cuenta como punto de
partida con un “nuevo modelo” ¿por dónde, cómo habría que plantear la construcción del futuro
inmediato y mediato de este expaís?
¿Qué hacer, hacia dónde conducir los esfuerzos en este momento de
descontento-angustia-desesperación de una población que se siente ubicada en el
propio centro de una debacle histórica, la mayor catástrofe en esta
historia guiada y gobernada por un
Estado regido por la ley de la invasión, la imposición y el saqueo a las
mayorías.
HOY EL HAMBRE AZOTA
Hoy se multiplica la angustia social. El hambre azota. La gente de abajo
grita su hambre. La revolución no tiene
respuesta a esta exigencia más allá de las acciones marcadas por la improvisación
que ayer se llamó Mercal-Mercalito, PDVAL, Bicentenario, y que hoy se nombra como CLAP. Los Comité
Locales de Alimentación y Producción, no son nada nuevo. Darle todo el poder a
los CLAP es un recurso que se supone quiere ir más allá de
la burocracia y robo-corrupción que ha
habido hasta el presente en todo el manejo de la cuestión de la alimentación
del colectivo-pueblo.
¿Pero cuál es la base y fundamento que permite pensar que en los colectivos no habrá corrupción ni
intensificación del bachaqueo? ¿De que otra arma podía echar mano el régimen?
¿Cómo parar la protesta creciente por hambre? ¿Puede esta revolución
arriesgarse a ver crecer el malestar social sin buscar algún muro de contención?
Y si eso no es posible ¿a qué otra acción acudir?
LOS CLAP: PARA EL CONTROL SOCIAL
Bien podría decirse que los colectivo CLAP, apoyados ahora públicamente,
por las FANB, según declaraciones del Min. Defensa Padrino López, tienen como
misión el control social y tranquilizar
una población que hace del hambre un motivo de protesta.
Y en forma inmediata se atiende a estas manifestaciones porque se tiene
conciencia del peso que puede adquirir a nivel de violencia una protesta cada
vez más tomada por la desesperación y que se
presenta con fuerza creciente y firme.
LOS CLAP YA CUENTAN CON UN ASESINADO
Ya a esta hora hay el registro de una señora muerta por el delito de
protestar por la falta de comida a las puertas del depósito de un mercado de
San Cristóbal. La policía hizo acto de presencia y contuvo la gente a punta de
plomo. Jenny Ortíz, madre de familia de 42 años recibió un impacto de perdigonazos
en la cara y murió por el delito de reclamar la posibilidad de comprar comida
para su subsistencia.
El gobernador dijo que esa muerte es el producto de una actuación de la
derecha que promueve el saqueo y la violencia para tratar de desestabilizar la
revolución. El Ministerio Público anunció la detención del policía que habría
disparado contra la dama con “arma orgánica” no permitida. Actuó por cuenta
propia. Y por ello el Estado queda libre de culpa y sin mancha en el respeto de
los DDHH.
Esta es una muerte que sólo tendrá como dolientes sus familiares más
cercanos. La dirigencia de las oposiciones está muy ocupada en la preparación
de la vía constitucional-legal para
sacar a Nicolás Maduro, aun a sabiendas de que aquí no hay constitución y que, en consecuencia,
una acción como el revocatorio presidencial sólo se realizaría si el gobierno pudiera
garantizar su triunfo.
En este sentido, se impone tener en cuenta, en definitiva y conclusión, que en las
revoluciones sólo alcanza la justicia para quien detenta el poder y el llamado
diálogo no pasa de ser un simple mecanismo que aplica a favor del acuerdo entre
los negociantes de parcelas de poder.
ESTAMOS ANTE UNA DICTADURA MILITAR-POLICIAL-DELINCUENCIAL-CIVIL
De otra parte no se puede soslayar que estamos en una dictadura
militar-policial-delincuencial-civil que se nombra revolución y que tiene todos
los rasgos de los gobiernos de la podredumbre, que procuran presentarse como algo
nuevo pero que quedaría al descubierto en caso de ser derrotada. Por ello la decisión de combatir hasta el último
aliento por mantener con vida el legado de corrupción sembrado y renovado desde
el inicio de la presente revolución.
¿Y CON CUÁL TEORÍA Y PRÁCTICA HABRÁ QUE ACTUAR PARA
ENFRENTAR ESTA CRECIENTE DEBACLE HISTORICA?
Pero en suma ¿cómo, con cuál teoría y práctica habría que actuar para
enfrentar la presente catástrofe? ¿Cómo superar esta debacle histórica cada vez
más profunda y desconcertante? ¿Con cuál
teoría? ¿Con el viejo y gastado positivismo decimonónico? ¿Con el marxismo
positivista o el neo-liberal-positivismo?
¿Con cuál práctica proceder
accionar? ¿Con base al caudillismo, el populismo y fanatismo que lo secundan? ¿Seremos capaces de poner a andar ideas para
otra manera de concebir la política y
promover la organización?
¿Se podrá avanzar en la construcción de una nueva política para la
conformación de una organización que se base y fundamente en un liderazgo
horizontal y en la participación colectiva?
¿QUÉ
HACER?
¿CÓMO ORGANIZAR Y ACTIVAR EL
DESCONTENTO-ANGUSTIA-PADECIMIENTO
EN LA VENEZUELA ACTUAL?
LA
SITUACION ACTUAL EN VENEZUELA
¿CUÁNDO
SEREMOS CAPACES DE UN HACER CON IDEAS PROPIAS Y DE APLICAR EN FORMA CREADORA,
RESPONSABLE, ORGANIZADA Y COLECTIVA UNA CARTA VENEZUELA?