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4 abr 2016

Venezuela no muestra avances en los derechos de población Lgbti

De acuerdo con Tamara Adrián, diputada a la Asamblea Nacional por la MUD y activista por los derechos de las personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transgéneros e Intersexuales (Lgbti), la discriminación y la pobreza signan la vida de la mayoría de quienes componen esa población en el país. “El costo social es gravísimo y poco estudiado”.
Señala que la deserción escolar se ha calculado, en algunas encuestas parciales, en más de 35% debido al bullying. El nivel educativo es, en promedio, unos tres a cuatro años inferior al del grupo social de donde proviene el afectado.
Se estima que más de 96% de las mujeres “trans” están en el trabajo sexual o en la peluquería. En el caso de los hombres “trans”, el nivel educativo y el número de quienes acceden a puestos de trabajo formal es mayor: alrededor de 60%, lo que Adrián atribuye al machismo. “Más de 90% de esta población vive por debajo del límite de la pobreza. La gran mayoría carece de vivienda, y todos sus derechos se ven afectados por la falta de identidad”.
La parlamentaria considera que hasta ahora, no ha habido ningún avance en Venezuela. No existe una legislación que garantice los derechos de ciudadanos con orientación sexual, identidad y expresión de género distinta a las fórmulas sociales impuestas.
“Somos uno de los cuatro países de América Latina más atrasados. En naciones como México, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay y Argentina hay programas públicos de inclusión, reconocimiento de la identidad sin necesidad de operaciones genitales de manera expedita, y programas educativos para luchar contra la violencia y discriminación”.
Derecho ciudadano
Tamara Adrián encarna su causa: En 2002 se sometió a reasignación sexual y dejó de ser Tomás Adrián. Espera poder cambiar su nombre y género en los documentos de identidad. Es abogada, doctora en Derecho, profesora de la Universidad Metropolitana y la UCV, activista reconocida internacionalmente, diputada a la Asamblea Nacional por Voluntad Popular (suplente de Tomás Guanipa) y la primera legisladora transgénero de Latinoamérica.
Su reclamo legal testimonia el escaso interés del Poder Judicial en ocuparse del tema. La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia tardó 11 años y 10 meses en pronunciarse (este 1° de marzo) sobre la admisión a trámite del recurso en el que solicita se le reconozca legítimamente su identidad.
“Es algo que debió haber ocurrido en días. Esta sentencia lo que hace es abrir la causa a pruebas y participación de la Fiscalía, Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la República. No sabemos cuánto tiempo puede tardar la decisión de fondo. Lo más tragicómico es que ese día, la misma sala resolvió el fondo de un recurso de interpretación sobre las funciones de la Asamblea Nacional, que había sido presentado cuatro días de despacho antes. Dos raseros para la justicia”.
Su agenda de conquistas por lograr a favor de esa población incluye incorporar en la Ley Orgánica de Registro Civil el reconocimiento de las uniones estables homosexuales y de la identidad de las personas transexuales.
A la anterior Asamblea Nacional le propuso dos veces el matrimonio igualitario y esta vez insistirá, convencida de que hay dos vías para alcanzar esas reivindicaciones: la legislativa y la judicial. De lograrlo, sentaría precedente como un derecho ciudadano que abriría las puertas al reconocimiento social de la población “trans”.
Sabe que no es fácil y resalta que hay “lesbohomotransfobia”. En discusión pública con el diputado del Psuv Elías Jaua, Adrián le espetó: “La homofobia degrada a quien la profiere”.
“No puedo casarlos”
El machismo y discriminación de las leyes venezolanas parece ponerse en evidencia con otro caso reciente. Diane Marie Rodríguez Zambrano, transexual ecuatoriana, vino a nuestro país en febrero a casarse con su pareja venezolana: Fernando Machado, también transexual, quien nació mujer.
Los documentos de identidad indican que Diane es Luis Benedicto; Fernando es Dayana Rodulfo. Ante los ojos de la ley, un hombre y una mujer. Sin embargo, acudieron tal como quieren ser: Diane una hembra y Fernando un varón, pero la empleada del registro de Naguanagua, Carabobo, se negó a celebrar el matrimonio civil.
“Luego de las trabas que nos puso, nos complicó la vida con sus prejuicios. Sí para casarnos necesita un pene y una vagina, en nuestra relación los hay. Si quiere vernos vestidos como mujer y hombre, ok, lo hacemos y se acabó el show”.
Asegura que el propósito era hacer un matrimonio en privado, pero “esa señora” provocó su pronunciamiento público.
“No puedo quedarme callada. He acudido a la Defensoría, al CNE, pero no mueven un solo dedo. Si esas son las instituciones que nos van a defender, no quiero imaginar qué puedo esperar del Estado”, reclama.
No están dispuestos a anular su identidad de género, pero sí a casarse en sus roles legales si así lo exige el Estado venezolano, aunque cree que se trata de un acto de discriminación institucional. “Inicié un proceso legal para que se castigue, se sancione a esa funcionaria. Esto no puede quedar así. Estamos cumpliendo el marco legal. A mi pareja se le causó un daño moral, psicológico, de salud por su embarazo (tiene casi siete meses). Así nos casen o no, aunque nos vayamos a Ecuador, la queja legal va a continuar”.
¿Quién soy para juzgar?
“Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?, afirma el papa Francisco. “Me alegra que hablemos sobre las personas homosexuales porque antes que nada viene la persona individual en su totalidad y dignidad. Y la gente no debe ser definida sólo por sus tendencias sexuales: no olvidemos que Dios ama a todas sus criaturas y que estamos destinados a recibir su amor infinito”, dijo en diálogos publicados en el libro “El nombre de Dios es misericordia”, de Andrea Tornielli.
La Organización de las Naciones Unidas mantiene la campaña Libres e Iguales (https://www.unfe.org), con apoyo de personalidades como Ivonne Chaka Ckaka, llamada “Reina de la igualdad”. Cuando una persona se ha encontrado a sí misma y ha decidido quién quiere ser, ¿quiénes somos nosotros para juzgarla? ¿Quiénes somos para estigmatizarla? Los gays y las lesbianas no son inmorales, no suponen una amenaza para nuestra sociedad. Así que se les debería dejar en paz para que vivan sus vidas, porque todos somos iguales. Porque no hay nada ilegal en que una persona ame a quien quiera”.
Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, es voz de esa defensa: “Es indignante que en nuestro mundo moderno tantos países aún criminalicen a las personas simplemente por amar a otro ser humano del mismo sexo. Las leyes basadas en prejuicios del siglo XIX alimentan el odio del siglo XXI”.
“Sexo y género no es lo mismo"
Diane Rodríguez es reconocida activista ecuatoriana por la defensa de las personas Lgtbi, además es psicóloga y lidera un litigio contra Venezuela, país que le ha negado el matrimonio con su pareja transexual. “Sexo y género no es lo mismo. El primero es biológico y el segundo corresponde a la proyección social. La sociedad entrega un rol de comportamiento: si naciste biológicamente varón o hembra, te comportarás y vestirás de determinada manera, pero algunos no nos identificamos con ese rol asignado”.
Lidera el movimiento Silueta X, que se niega al uso de hormonas y reasignación sexual debido al gran daño que se le hace al cuerpo en aras de cumplir un patrón social. “No satisfacemos a la sociedad sino a nosotros mismos, no mutilamos nuestro cuerpo, conservamos los genitales. En esa transferencia se cometen muchas atrocidades. Ni ellos ni yo jamás van a dejar de ser varón o mujer por mucha cirugía que se hagan. Ningún proceso científico va a cambiar mi cromosoma, voy a morir XY.

Según estadísticas, 82% de las personas que se han hecho reasignación sexual están arrepentidas, ni siquiera van a tener satisfacción el resto de sus vidas. Es otro tabú dentro de la población ‘trans’”. 
Aunque el Estado ecuatoriano no la reconozca como mujer, defiende el derecho a ser tratada de esa manera. “Soy psicóloga, no quiero usurpar un puesto que no me pertenece, pero me tienen que tratar en género femenino. Solo mi partida de nacimiento se mantendrá inalterable”.

 http://eltiempo.com.ve/venezuela/leyes/venezuela-no-muestra-avances-en-los-derechos-de-poblacion-lgbti/215187