El
martes por la mañana, los sindicatos de trabajadores de PIA desafiaron
la prohibición del gobierno de la actividad sindical, y continuaron con
la huelga que estaba planeada contra la privatización de la compañía
estatal. A diferencia de los anteriores enfrentamientos, el gobierno
trató de utilizar una débil excusa legal como arma. En base a una ley de
1952 (que restringe las huelgas en sectores administrados por el
Estado, NdT), el gobierno anunció la aplicación de dicha ley en PIA por
un período de seis meses, prohibiendo las actividades sindicales en todo
el país dentro y fuera de los grandes aeropuertos.
La
gerencia y el régimen mantuvieron los vuelos contratando a pilotos
provenientes de las compañías aéreas privadas y de la Marina de
Pakistán. Se desplegaron grandes contingentes de la policía
antidisturbios y de los comandos paramilitares alrededor del aeropuerto
internacional de Jinnah. Sin embargo, cuando los trabajadores del viejo
aeropuerto de Karachi trataron de avanzar hacia la pista principal
de la terminal, para detener los vuelos, las fuerzas del Estado
respondieron con graves actos de violencia. Inicialmente, se utilizaron
cañones de agua, gases lacrimógenos, balas de goma y porras para
dispersar a los manifestantes.
Como los trabajadores seguían manifestándose, recurrieron a munición
real. Se oyeron gritos: "mataron a un hombre. Lo mataron". El silbido de
las balas atenuaba brevemente el ruido de los manifestantes. Tres
trabajadores fueron asesinados y más de una docena resultaron heridos,
entre ellos algunos periodistas. Esto sucedió por los disparos de los
comandos y de la policía, según el principal líder del JAC, piloto de
primera clase de PIA, Sohail Baloch, quien ha estado al frente de
las protestas y pudo escapar.
Más
tarde, Baloch se reunió con algunos periodistas en una ubicación
discreta. "Soldados paramilitares enmascarados dispararon directamente
contra los manifestantes… hicimos un llamamiento para suspender los
vuelos pero no usamos la violencia en ningún momento". Inmediatamente
después de esta abominable atrocidad, sobre las 16:00 horas de la tarde,
se suspendió el tráfico aéreo en todo el país. Las fuerzas
paramilitares también se llevaron a tres dirigentes sindicales de PIA,
entre los que se encontraba el ex presidente del sindicato CB, Hidayat
Ullah Jan y el presidente de la Sociedad de Ingenieros Aeronáuticos,
Zakir Faruk. Los dos fueron puestos en libertad más tarde.
Posteriormente, por la noche, sucedió algo que no se veía desde hacía
años. El presidente de PIA, Nasser Jaffer, renunciaba a su cargo,
asumiendo la plena responsabilidad por el uso brutal de la fuerza contra
los manifestantes en Karachi.
Para resolver la problemática con los viajeros, la Autoridad de la
Aviación Civil solicitó a la compañía aérea privada, Air Blue, que
iniciara vuelos especiales desde Lahore, Karachi e Islamabad. Pero no se
pudo materializar. Después de todo, los trabajadores de Air Blue
también estaban indignados por la brutalidad del Estado. Al conocerse
las noticias, la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de Pakistán (Palpa)
pidió a sus miembros suspender los vuelos de todos los
aeropuertos del país. Más de 35 vuelos nacionales e internacionales se
cancelaron por la noche. Pilotos, tripulantes de cabina y expedidores de
vuelo, que primero se habían presentado en su lugar de trabajo,
iniciaron un movimiento de huelga. Las Autoridades temían que el
Departamento de Ingeniería, que además de revisar los aviones, es el
responsable de sus controles antes de cada vuelo, pusiera técnicamente a
la compañía aérea de rodillas.
En un principio, el régimen respondió con firmeza. El Primer
Ministro, Nawaz Sharif, trató de mantener una postura contundente: "No
va a ocurrir nada... los empleados en huelga tendrán que hacer frente a
las sanciones, serán despedidos y condenados a un año de cárcel en
virtud de la ley de Servicios Esenciales. Cualquier concesión a estos
elementos sería injusta para el país… los trabajadores de PIA que no
hayan formado parte de las protestas se verán recompensados".
Sin embargo, los trabajadores desafiaron estas escandalosas e
intimidatorias amenazas del jefe de un débil e inestable gobierno, que
atraviesa una profunda crisis en su interior. La huelga continuó al día
siguiente con mayor participación. Todos los vuelos nacionales e
internacionales de PIA fueron cancelados el miércoles, segundo día en el
que los trabajadores de la aerolínea nacional se ponían en huelga
contra la privatización. "Se han suspendido indefinidamente todos los
vuelos de PIA", declaraba a la prensa uno de los funcionarios del
aeropuerto. Representantes de PIA del Aeropuerto Internacional de Jinnah
de Karachi, del Aeropuerto Internacional Benazir Bhutto de Islamabad,
del Aeropuerto Internacional Allama Iqbal de Lahore y del Aeropuerto
Internacional Bacha Jan de Peshawar, confirmaron que todos los vuelos
nacionales e internacionales previstos para ese día se habían cancelado.
Se realizaron mítines y reuniones públicas en la mayoría de las
ciudades hasta que llegaron los últimos informes.
Todos los regímenes que han aplicado políticas capitalistas
neoliberales en las últimas cuatro décadas han intentado privatizar o
explotar a la aerolínea nacional para sus propios intereses políticos y
económicos. Ellos son los responsables del lamentable estado de esta
institución. PIA es víctima de la incompetencia, la ineficiencia, el
despilfarro y el robo, que ha provocado el deterioro de la calidad de
sus servicios, el nepotismo y graves errores. Como resultado,
acumula excesivas pérdidas que alcanzan los 300 mil millones de
rupias y pérdidas anuales de entre 20 y 30 mil millones de rupias, que
el gobierno tiene que pagar para mantener a flote a la compañía.
Como siempre, los medios y las élites políticas e intelectuales
responsabilizan a los trabajadores en lugar de a la actual
administración y a una larga historia de interferencia política. La
realidad es que los trabajadores de PIA tienen, quizás, los salarios más
bajos en comparación a los de los trabajadores a escala internacional
de la industria de líneas aéreas. Ha habido enormes sobornos a los
directivos, ministros del gobierno y jefes del departamento de compra de
aviones, quienes adjudicaban rutas y otros acuerdos a empresas
relacionadas con las líneas aéreas.
Cuando el actual gobierno de derechas del PML-N llegó al poder en
mayo de 2013, tuvo que acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI)
pidiendo limosna. El préstamo de 6,7 mil millones de dólares del FMI
vino acompañado de una serie de duras y estrictas condiciones, que
incluían la venta del 26% de las acciones de PIA.
Cuando el gobierno, de forma unilateral y sin necesidad de consultar
al parlamento, aprobó el Decreto Presidencial N ° XVII hacia el final de
la tarde del 4 diciembre de 2015, provocó indignación en el parlamento.
"El decreto (Reforma) de 2015 sobre la Compañía Aerolínea International
de Pakistán" tiene como objetivo "convertir a la Compañía Aerolínea
International de Pakistán en una sociedad anónima". Es decir, se trataba
de una privatización de PIA.
El gobierno de Nawaz se vio muy rápidamente presionado y obligado a
retirar el decreto, e introducir en su lugar un proyecto de ley que
tendría que debatirse en el parlamento. Esto sucedió después de que una
resolución se aprobara rápidamente en el parlamento, en la que incluso
los más crónicos absentistas se vieron obligados a levantar la mano. La
medida pasó a ser objeto de debate en el parlamento, y este debate se
convirtió en el precursor de la actual huelga. Incluso los partidos de
oposición burgueses se opusieron a esta drástica ley por miedo a la
reacción de los trabajadores. El régimen actual es el clásico
representante de la burguesía de Pakistán y está llevando a cabo sus
duras políticas contra los trabajadores en un período de relativa calma.
El problema es, sin embargo, que PIA necesita una inyección masiva de
capital para continuar con la empresa. Hay muy pocos capitalistas que
estarían dispuestos a apostar su riqueza en un proyecto así. Es poco
probable que se encuentre un comprador interesado en esta institución,
enorme y conscientemente dañada. Los sucesivos regímenes han intentado
venderla a sus compinches por precios irrisorios.
Los expertos del régimen de Nawaz y sus amos imperialistas, están
tratando de romper la compañía en diversos departamentos, para luego
venderlos como hacen los carniceros con las diferentes partes de un
animal. La fuerza laboral ya ha sido recortada de 19.000 a 14.000
personas. Después de su privatización, los trabajadores serán las
primeras víctimas, empezando con los despidos. Se pasará muy rápidamente
a atacar los salarios, la salud y las prestaciones sociales.
El prolongado proceso de privatización de PIA ha protagonizado varias
luchas de resistencia de los trabajadores en la última década y media.
Pero esta última huelga ha eclipsado las luchas pasadas. Ha recibido la
atención de la sociedad y de la clase obrera en particular. La ferocidad
y los sacrificios de la lucha han obligado a los medios de comunicación
a darle cobertura. Aunque los jefes, editores y presentadores de
noticias han intentado cubrir otras cuestiones sin relevancia. Sin
embargo, tan intenso es el interés de las masas en esta huelga, que sus
niveles de audiencia cayeron cuando se trató de desviar la atención de
esta lucha militante de PIA.
Esta es la prueba de que cuando los trabajadores se levantan y
avanzan en una lucha valiente, los medios que se presentan como
semidioses de la política y de la opinión pública, fracasan rotundamente
en socavar el interés y el entusiasmo de los trabajadores y de la
juventud en la sociedad.
La huelga comenzó aproximadamente hace seis semanas, inicialmente
después de una protesta relativamente discreta por parte de los
trabajadores. Pronto, el odio y el rechazo hacia la privatización, los
renovados instintos y energía para luchar por la protección de sus
puestos de trabajo y derechos fundamentales, comenzó a hacerse sentir
más y más. El Comité de Acción Conjunta, formado por representantes de
los diferentes sindicatos de PIA, vinculado a todo tipo de partidos
políticos, desde los fundamentalistas islámicos al PPP, está unidos por
la presión del aumento de la lucha de la clase obrera desde abajo. Las
reivindicaciones de esta lucha se basaron en los siguientes cuatro
puntos del programa de los trabajadores de PIA:
- El gobierno debería anular inmediatamente el proyecto de ley, que
fue aprobado el 21 enero, que quiere convertir a la aerolínea nacional
en una sociedad anónima.
- Ofrecer a los trabajadores de PIA una oportunidad para reformar la
compañía aérea. Si los empleados no lo consiguen, el gobierno tendrá la
libertad de hacer lo que considera adecuado.
- La privatización, en cualquier forma, ya sea en forma de un socio
estratégico o a través de la venta del 36% o del 1% de las acciones de
la compañía, no es aceptable para los empleados.
- El gobierno debe revisar inmediatamente la política aérea y formar
un comité para este fin, compuesto por los miembros del Comité de Acción
Conjunta de PIA, junto con los expertos de PIA, Jurshid Anwar,
Kamran Hassan y Salahuddin.
Hubo muchos obstáculos y debilidades a los que se enfrentaron los
trabajadores en lucha de PIA, desde la falta de un sindicato unido al
aislamiento de esta lucha con respecto a los trabajadores del sector
privado y de los sectores industriales desorganizados. Más importante
aún, el aislamiento con respecto a los trabajadores de otras empresas
del Estado como la WAPDA y los ferrocarriles, que igualmente están
amenazadas con sufrir privatizaciones y despidos.
Dichos obstáculos se rompieron una vez que los trabajadores entraron
en la arena de la lucha combativa con una renovada valentía y
determinación. Por lo tanto, es vital romper este aislamiento
estableciendo rápidamente la unidad y solidaridad con los trabajadores
de otros sectores e instituciones. El miércoles por la mañana ya se
produjeron reuniones, en particular, en Karachi, de los dirigentes de
las distintas federaciones sindicales, desde los de la compañía
eléctrica a los de ferrocarriles, desde los servicios postales a los
sindicatos de telecomunicaciones.
La huelga es otra chispa que hace brillar la luz de la lucha de
clases, que hierve bajo la superficie de una sociedad donde la clase
obrera y el movimiento de masas en su conjunto se enfrentan a una
difícil situación objetiva y a una relativa inercia de la lucha de
clases. Esto requiere de una estrategia mucho más amplia y más audaz de
los verdaderos dirigentes de los trabajadores. Es una obligación
histórica de los dirigentes y activistas sindicales apoyar la huelga
de PIA. Tiene que crearse un frente unido para obligar a los
gobernantes a dar marcha atrás. Pero se necesitan medidas concretas para
ganar ésta y otras luchas contra la privatización y la agresión del
capitalismo perpetrada por las clases dominantes y el actual régimen
capitalista.
Un frente unido de todos los sindicatos y de las fuerzas políticas
progresistas tendría que hacer un llamamiento para declarar una huelga
general. Para conseguir el éxito de dicha huelga general, habría que
movilizar a los trabajadores y la juventud de todas las industrias,
sectores de estudiantes pobres en las instituciones educativas y a los
campesinos pobres de las zonas rurales. No sólo deben defenderse las
empresas públicas, sino que los trabajadores deben exigir que éstas sean
puestas bajo el control democrático de los trabajadores.
Varios dirigentes de los partidos políticos de la oposición están
visitando las oficinas y los campamentos de los trabajadores en huelga
de PIA. Toda solidaridad es bienvenida, pero debería rechazarse y
aniquilar cualquier intriga o maniobra de los manipuladores políticos
que intenten llegar a cualquier compromiso corrupto.
Una extraordinaria simpatía prevalece entre los trabajadores en todo
el país. Esta situación no puede durar mucho tiempo. Una exitosa huelga
general no sólo podría doblegar al régimen, sino que podría impulsar al
resto de los trabajadores a luchar y, animados por una victoria de PIA,
podrían seguir avanzando y acabar con otros ataques y privatizaciones
por parte de la burguesía, el imperialismo y el brutal estado
capitalista.
Sin embargo, incluso si se aceptan las demandas de los trabajadores
de PIA, en la actualidad el podrido capitalismo pakistaní no tiene base
ni capacidad para mantener las concesiones o las reformas hechas a los
trabajadores. De ahí que, en última instancia, estos ataques, las
penurias de los trabajadores y la agónica existencia de las masas
oprimidas, sólo pueden ser derrotados de manera decisiva, vinculando
esta lucha a la transformación del sistema socioeconómico a través de
una revolución socialista. Una victoria histórica del proletariado en
Pakistán dará comienzo a una era de luchas y revoluciones inesperadas en
el subcontinente del Asia Meridional.
Miércoles, 3 de febrero de 2016
http://www.marxist.com/pakistan-huelga-en-la-compania-pakistan-international-airlines-pia-atreverse-a-dar-la-batalla-en-la-lucha-de-clases.htm
http://luchadeclases.org/internacional/europa/grecia/2357-huelga-4-febrero-grecia.html
Vida y Obra del Dr. Franz J. T. Lee, el filòsofo de la Emancipación Humana // The life & work of Dr. Franz J. T. Lee, Human Emancipation's Philosopher // chuchonery@gmail.com // Twitter: @ObrasdeFranzLee // www.franzlee.org.ve // Facebook: Homenaje A Franz Lee // Sus libros: http://obrasdeldrfranzjtlee.blogspot.com/ // His books http://worksofdrfranzjtlee.blogspot.com/