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18 mar 2014

Las bombas nucleares norteamericanas desestabilizan Europa

El Pentágono planea renovar su potencial táctico nuclear en Europa. Según la mayoría de los expertos, esto puede minar la seguridad continental que, de por sí, está pasando tiempos difíciles.
La prensa alemana informa que se trata de nuevas bombas atómicas con que se equiparán los cazas Tornado de la Fuerza Aérea alemana e italiana, así como los cazas multipropósito F-16 de otros países europeos. El reequipamiento incluye la renovación del programa operacional de los aviones. La incorporación de las bombas nucleares a los armamentos se tiene prevista para 2020. Para el programa se proyecta asignar unos diez mil millones de dólares y otros ciento cincuenta y cuatro millones se destinarán para garantizar la seguridad de las bases nucleares en Europa. 

Se puede hablar de algunas motivaciones del proceder de los estadounidenses, sostiene Dmitri Danílov, director del Departamento de Seguridad Europea del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia: 
La primera motivación es demostrar la seriedad de la presencia militar norteamericana en Europa y las garantías militares norteamericanas en las condiciones de las crecientes complicaciones en el área político-militar entre Rusia y Occidente. Otra posible motivación consiste en instigar de alguna manera a Rusia y a los socios europeos a activar las negociaciones sobre el control de las armas tácticas. Y, claro está, también existen motivos técnico-militares. 
Otra cosa diferente es la medida en que EEUU está dispuesto a invertir recursos sustanciales en la renovación del armamento nuclear en Europa a condición de un incremento sustancial de la inestabilidad política. ¿No aumentará esto la inestabilidad política? – la pregunta es muy seria. 
El reequipamiento de las fuerzas nucleares norteamericanas en Europa no es algo que se sale de la regla. Todas las armas requieren modernización y renovación. Pero todos comprenden el nexo existente entre esto y la crisis en Crimea. El trasfondo político es evidente. El reequipamiento incoado inoportunamente apunta contra Rusia, afirma el vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, Konstantín Sivkov: 
Está claro que es imposible intimidar a Rusia económicamente, porque esto será aún peor para Europa. Por consiguiente, ellos están preparando las condiciones para una intervención militar directa en Rusia. 
Rusia cuenta con un poderoso potencial nuclear táctico. También tiene un poderoso potencial estratégico. Y para nivelar los potenciales europeo y ruso, los norteamericanos traen bombas a Europa. 
En estas condiciones, Rusia debe cesar con urgencia la reducción del armamento nuclear y tomar medidas para restablecer el potencial nuclear de Rusia al nivel anterior a la suscripción del Tratado START 3. O sea, tener entre 3,5 y 4 mil ojivas nucleares en los portadores estratégicos, e incrementar el potencial nuclear táctico de las actuales 3,5 mil ojivas aunque sea a 4 o 5 mil, para garantizar la seguridad y la estabilidad del potencial nuclear ante un posible ataque de advertencia del enemigo. 
Los europeos desempeñan en este caso el papel de territorio para la guerra. Ellos están bajo el control de EEUU. A los propios europeos eso no les hace falta. Pero sus patrones norteamericanos necesitan una escalada armamentista. Washington obligó a Europa a aceptar las armas nucleares. Es principio, esto prueba que EEUU se está preparando para una guerra contra Rusia. 
A partir de la evaluación del alcance de los portadores de las nuevas bombas atómicas se puede tener una idea del enemigo potencial que los norteamericanos tienen en cuenta. La autonomía de vuelo del F-16 es de poco más de mil trescientos kilómetros. Está claro que a esa distancia de las bases de las Fuerzas Aéreas europeas se encuentra solo un país que no forma parte de la OTAN. Dmitri Danílov, dice: 
Así las cosas, es evidente que sigue existiendo una planificación militar con respecto a Rusia. Sabido es que los militares siempre llevan en la mente la idea del peor de los escenarios posibles. Las dos máquinas militares existentes en Europa – Rusia y la OTAN – inevitablemente tienen en cuenta el factor de la otra parte. 
Algunos países de la OTAN como Polonia, los del Báltico, los de Europa del Norte, hablan del mantenimiento o incluso de la elevación del significado de la concepción de la defensa colectiva. Tras la cumbre de la OTAN en Lisboa, se puso claro que la Alianza está dispuesta a confirmar esa función. La presencia militar norteamericana en Europa es una parte muy importante de la concepción. 
Pero hay otros países de la OTAN que denominan obsoleta semejante política y demandan la revisión de la presencia militar norteamericana en Europa. El quid de la cuestión consiste en que los europeos no tienen acceso al botón rojo y han sido apartados de la toma de resoluciones de importancia vital. Los que optan por ellos entre la vida y la muerte son los norteamericanos, que están demasiado lejos para sentir en carne propia todo el significado de esta cuestión.