En setiembre podría volar al espacio extraterrestre como ingeniera de a bordo de la nave Soyuz. En la historia de la cosmonáutica nacional Serova será la cuarta conquistadora del cosmos.
La primera mujer que estuvo en el espacio cósmico fue Valentina Tereshkova en 1963. Veinte años después Svetlana Savítskaya realizó dos vuelos de corta duración. En uno de ellos fue la primera mujer en realizar una caminata espacial. La tercera cosmonauta en volar hacia las estrellas fue Elena Kondakova, quien batió el récord de prolongación de vuelo.
Tras estos experimentos se llegó a la conclusión de que las mujeres, si bien pueden ser cosmonautas, no están en condiciones de soportar las enormes sobrecargas físicas en el espacio abierto en pleno auge del desarrollo de las estaciones orbitales. Y ahora una rusa de nuevo se prepara para volar al espacio, dice Igor Marinin, director de la revista Nóvosti Kosmonávtiki (Noticias de la Cosmonáutica):
–Después de muchos años Elena Serova se abrió camino al destacamento de cosmonautas. Ahora forma parte de la tripulación de suplentes. Si todo sale bien dentro de medio año volará al cosmos. Si bien su vuelo durará medio año, espero que no planeen para ello un trabajo pesado en el espacio abierto.
Los problemas que pueden surgir serán más bien de carácter psicológico y son superables, prosigue Igor Marinin:
–Cuando en un colectivo masculino hay una mujer existen grandes ventajas, aunque también algunos inconvenientes, incluidos los psicológicos. Las mujeres acogen lo que ocurre de manera emocional y basándose menos en los hechos y las reflexiones. La presencia de una mujer estimula a unos e irrita a otros, porque en lugar de andar en calzoncillos hay que ponerse casi un frac.
La conquista de nuevos mundos debe transcurrir de forma armónica, lo cual es imposible sin mujeres, aunque paralelamente estas mujeres pueden ser motivo de conflictos, sostiene el miembro correspondiente de la Academia de Cosmonáutica Tsiolkovki, Yuri Karash:
–La mujer no es una simple colega, no es un simple miembro del colectivo, de la tripulación, y hay que tratarla como mujer. A veces esto se traduce en conflictos en el trabajo, esto también se reveló durante los experimentos de aislamiento. Además, a las mujeres puede resultarles más difícil, puesto que en virtud de la naturaleza femenina necesita más tiempo, fuerzas y condiciones para percibir confort psicológico. El hombre se levantó, se puso los pantalones y la camisa y se fue. Pero la mujer debe maquilarse, debe embellecerse. Claro que a esto se presta menos atención durante los vuelos especiales, pero es imposible rehacer la naturaleza y la mujer sigue siendo mujer.
Los propios cosmonautas señalan que la aparición de una dama en un colectivo masculino de cosmonautas es siempre una fiesta, causa un gran entusiasmo.
Elena Serova volará al espacio como ingeniera de a bordo junto con Alexánder Samokutiáev y Barry Wilmore.