La Asociación Brasileña de Ateos y Agnósticos (ATEA) ha convocado a un "desbautismo" colectivo en Rio de Janeiro, Sao Paulo y otras ciudades brasileñas el próximo lunes, día de la llegada del papa Francisco a Brasil en su primer viaje internacional.
"Será una campaña de desbautismo colectivo, en la que utilizaremos secadores de cabello para que los vientos seculares barran con las aguas del bautismo", indicó ATEA en su página Facebook.
ATEA protesta contra el gasto público de unos 53 millones de dólares en la visita del papa y la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Rio de Janeiro, a la que asistirán unas 1,5 millones de personas del 23 al 28 de julio.
Brasil es el país con más católicos del mundo, 123 millones de sus 194 millones de habitantes. ATEA estima que un 2% de la población es atea o agnóstica, aunque según el último de censo de 2010 son muchos menos, apenas un 0,39% de la población.
"Así como el bautismo de los niños les impone una religión, el secuestro del Estado para fines religiosos hace lo mismo con todos los demás ciudadanos brasileños, que se tornan católicos a la fuerza cuando el dinero de sus impuestos es desviado para pagar un evento religioso", dice ATEA.
La protesta en Rio de Janeiro está prevista el lunes a las 17H00 frente al palacio Guanabara, sede del gobierno estatal de Rio, donde el papa Francisco debe reunirse con jerarcas locales y con la presidenta Dilma Rousseff poco después de llegar a Brasil.
El grupo Anonymous Rio, uno de los organizadores de las masivas manifestaciones de junio pasado, ha convocado a otra protesta en la misma hora y en el mismo lugar contra el gasto público para la visita del papa y la JMJ.
"Vamos a Brasil muy tranquilos, seguros de que las autoridades tienen la capacidad de administrar la situación", dijo el jueves el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
"La mayoría de los brasileños son católicos" y "juzgan natural que la comunidad se movilice" para financiar los gastos de la visita del papa, precisó. "Cuando hay gastos es para pagar a alguien que trabajó (...) para un evento saludado positivamente por una gran mayoría de la población. Ese dinero no es derrochado", indicó.