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19 oct 2012

EL MISIL SUNBURN: EL ARMA QUE PUEDE DERROTAR A LOS EE.UU. EN EL GOLFO PERSICO

 

Mark Gaffney 
ICH 
Traducido para Rebelión por Germán Leyen

Una palabra al lector: El siguiente trabajo es tan 
espeluznante que, después de preparar el primer 
borrador, no podía y no quería creerlo, y decidí 
refutarlo con más investigación. Sin embargo, sólo 
encontré más evidencia en apoyo a mi tesis. Y repetí 
este ciclo de descubrimiento y negación varias veces 
hasta que decidí terminarlo. Creo que un escritor 
serio tiene que seguir el  de la evidencia, no 
importa a dónde conduzca, e informar. Así que ésta es 
mi historia. No te sorprendas si te pone los pelos de 
punta. Su propósito no es hacer predicciones – la 
historia deja en ridículo a los que pretenden conocer 
el futuro – sino simplemente describir el peligro que 
nos espera en el Golfo Pérsico. Si despertamos ante la 
inmensidad del peligro, tal vez podamos encontrar un 
camino para salvar del desastre a nuestra nación y al 
mundo. Si tenemos éxito, incluso podríamos crear un 
futuro alternativo que ofrezca esperanzas de resolver 
los monumentales conflictos de nuestra época. MG 

En julio pasado, la bautizaron operación “Pulso de 
verano”. Una concentración simultánea nunca vista de 
fuerzas navales de EE.UU. a escala mundial. Según la 
Marina, fue el primer ejercicio de su nuevo Plan de 
Reacción de la Flota (FRP, por sus siglas en inglés), 
con el propósito de capacitar a la Marina para que 
reaccione rápidamente ante una crisis internacional. 
La Marina quería mostrar la creciente preparación de 
su fuerza, es decir, su capacidad para movilizar 
rápidamente más poder de combate a cualquier punto 
conflictivo global. Nunca en la historia de la Marina 
de EE.UU. había habido tantos grupos de combate de 
portaaviones participando en una sola operación. 
Incluso la flota de EE.UU. agrupada en el Golfo y en 
el Mediterráneo oriental durante la operación Tormenta 
del Desierto, y en la reciente invasión de Irak, nunca 
excedió seis grupos de combate. Pero en julio y agosto 
hubo siete en actividad, cada grupo de combate 
compuesto de un portaaviones de la clase Nimitz con 
todo su complemento de 7 a 8 navíos de apoyo, y 70 o 
más aviones de diversos tipos. La mayor parte de la 
actividad, según varios informes, se desarrolló en el 
Pacífico, donde la flota participó en ejercicios 
conjuntos con la marina taiwanesa. 

¿Pero por qué hubo tanto poder naval en actividad al 
mismo tiempo? ¿Qué posible crisis mundial podría 
posiblemente necesitar más grupos de combate de los 
que fueron desplegados durante la reciente invasión de 
Irak? En el pasado, cuando EE.UU. consideró 
conveniente “mostrar la bandera” o exhibir su músculo 
naval, bastaron uno o dos grupos de portaaviones. ¿Por 
qué esta demostración global de poder? 

Los titulares sobre las maniobras conjuntas en el Mar 
del Sur de China fueron: “Ruido de sables pone 
nerviosa a China”, e: “Inmensa demostración de fuerza 
preocupa a los chinos”. Pero la realidad fue bastante 
diferente, y, como veremos, tiene graves 
ramificaciones para la continua presencia militar de 
EE.UU. en el Golfo Pérsico; porque la operación Pulso 
de Verano reflejó una decisión a alto nivel del 
Pentágono de que se requería una demostración de 
fuerza sin precedentes para contrarrestar lo que es 
considerado como una creciente amenaza – en el caso 
particular de China, por los más recientes 
destructores de la clase Sovremenny adquiridos 
recientemente por Beijing de Rusia. 
“¡Tonterías1” pensarás probablemente. Es imposible. 
¿Cómo podrían unos pocos destructores baladíes 
amenazar a la flota del Pacífico de EE.UU.?” 

Y es precisamente donde la historia se pone 
interesante. “Pulso de Verano” fue el equivalente de 
un reconocimiento tácito, obvio para todo el que haya 
prestado atención, de que Estados Unidos ha sido 
eclipsado en un área importante de la tecnología 
militar, y que esta ventaja cualitativa está ahora en 
manos de otros, incluyendo a los chinos; porque esos 
destructores, en general bastante ordinarios, eran, en 
realidad, rampas de lanzamiento para misiles crucero 
contra navíos 3M-82 Moskit hechos en Rusia 
(denominación de la OTAN SS-N-22 Sunburn), un arma 
contra la cual la Marina de EE.UU. no tiene defensa. 
No sugiero que el estatus de EE.UU. como solitaria 
superpotencia mundial haya sido sobrepasado. 
Simplemente digo que está emergiendo un nuevo 
equilibrio global del poder, en el que otros estados 
individuales podrían, a veces, lograr “una ventaja 
asimétrica” sobre EE.UU. Y esto, considero, explica la 
inmensa escala de “Pulso de Verano”. La demostración 
de abrumador poderío de EE.UU. del verano pasado fue 
calculada para enviar un mensaje. 

El misil Sunburn 

Me sobresalté cuando averigüé los hechos sobre estos 
misiles crucero hechos en Rusia. El problema es que 
tantos de nosotros sufrimos de dos malentendidos 
comunes. El primero resulta de nuestra suposición de 
que Rusia es débil militarmente, como resultado del 
derrumbe del antiguo sistema soviética. En realidad, 
esto es exacto, pero no refleja las complejidades. 
Aunque la marina rusa sigue herrumbrándose en los 
puertos, y en el ejército ruso reina la confusión, la 
tecnología rusa es realmente superior a la nuestra en 
algunas áreas cruciales. Y en ningún sitio corresponde 
más a la realidad que en el área vital de la 
tecnología de los misiles crucero contra navíos, en la 
que los rusos tienen un adelanto de por lo menos diez 
años sobre EE.UU. El segundo malentendido tiene que 
ver con nuestra complacencia general sobre los misiles 
como armas – probablemente atribuible al patético 
funcionamiento de los Scuds de Sadam Husein durante la 
primera Guerra del Golfo: una ilusión peligrosa que 
trataré de rectificar. 

Hace muchos años, los planificadores soviéticos 
renunciaron a tratar de compararse con la Marina de 
EE.UU. navío por navío, cañón por cañón, y dólar por 
dólar. Los soviéticos simplemente no podían competir 
con los altos niveles de gastos de EE.UU. requeridos 
para edificar y mantener una inmensa Armada naval. Con 
perspicacia adoptaron un enfoque alternativo basado en 
la defensa estratégica. Buscaron las debilidades, y 
determinaron modos relativamente económicos de 
explotar esas debilidades. Los soviéticos tuvieron 
éxito: desarrollando varios misiles supersónicos 
contra navíos, uno de los cuales, el Sunburn SS-N-22, 
ha sido llamado “el misil más letal del mundo actual”. 
Después del colapso de la Unión Soviética el antiguo 
establishment militar enfrentó tiempos duros. Pero a 
fines de los años 90, Moscú se dio cuenta del 
potencial sub-utilizado de su tecnología de misiles 
para generar divisas extranjeras urgentemente 
necesitadas. Se tomó la decisión de resucitar 
programas selectivos y, rápidamente, la tecnología 
rusa de misiles se convirtió en un codiciado producto 
de exportación. Actualmente, los misiles rusos 
constituyen una industria en crecimiento que genera 
dinero muy necesitado por Rusia, con muchos miles de 
millones en ventas combinadas a India, China, Vietnam, 
Cuba, y también Irán. Es probable que en un futuro 
cercano, esta diseminación de tecnología avanzada 
cause serios problemas a EE.UU. Algunos han advertido 
que los mayores navíos de la Marina de EE.UU., los 
inmensos portaaviones, se han convertido ahora en 
peligrosas trampas mortales, y que por lo tanto 
deberían ser pasados a la reserva. 

El misil Sunburn nunca ha sido utilizado en combate, 
que yo sepa, lo que probablemente explica por qué sus 
aterradoras capacidades no son más ampliamente 
reconocidas. Otros misiles crucero han sido 
utilizados, por supuesto, en varias ocasiones, y con 
resultados devastadores. Durante la guerra de las 
Malvinas, misiles Exocet hechos en Francia, disparados 
desde cazas argentinos, hundieron el HMS Sheffield y 
otro navío. Y, en 1987, durante la guerra Irán-Irak, 
el USS Stark fue casi cortado en dos por un par de 
Exocet mientras se encontraba de patrulla en el Golfo 
Pérsico. En esa ocasión, el radar Aegis de EE.UU. vio 
al caza iraquí que se aproximaba (un Mirage hecho en 
Francia), y siguió su acercamiento hasta dentro de 80 
kilómetros. El radar también “vio” que el avión iraquí 
daba la vuelta y volvía a su base. Pero el radar nunca 
detectó al piloto lanzando sus misiles. Los Exocet, 
volando a ras del mar, llegaron por debajo del radar y 
sólo fueron detectados por ojos humanos momentos antes 
de dar en el Stark, inutilizando el navío y matando a 
37 marineros estadounidenses. 

El ataque sorpresa de 1987 contra el Stark es un 
ejemplo de los peligros presentados por misiles 
crucero contra navíos. Y los peligros son mucho más 
serios en el caso del Sunburn, cuyas especificaciones 
dejan atrás de lejos al subsónico Exocet. El Sunburn 
no es sólo mucho más grande y más rápido, también 
tiene mayor alcance y un sistema de teledirección 
superior. Los que han visto sus ensayos de rendimiento 
se quedan invariablemente estupefactos. Según un 
informe, cuando el ministro de defensa iraní Ali 
Shamkhani visitó Moscú en octubre de 2001 solicitó un 
disparo de ensayo del Sunburn, que los rusos 
realizaron con mucho gusto. Ali Shamkhani quedó tan 
encantado con el resultado que hizo un pedido de una 
cantidad no revelada de misiles. 

El Sunburn puede transportar una carga nuclear de 200 
kilotones, o: una ojiva convencional de 340 kilos, con 
un alcance de 160 kilómetros, más del doble del 
alcance del Exocet. El Sunburn combina una velocidad 
de Mach 2,1 (dos veces la velocidad del sonido) con un 
patrón de vuelo que abraza la cubierta e incluye 
“violentas maniobras finales” para eludir las defensas 
enemigas. El misil fue diseñado específicamente para 
derrotar el sistema Aegis de defensa de radar de 
EE.UU. Si un punto de defensa Phalanx de la Marina de 
EE.UU. lograra detectar de alguna manera un misil 
Sunburn entrante, el sistema sólo tiene segundos para 
calcular una solución de disparo – un lapso 
insuficiente para destruir el misil intruso. La 
defensa Phalanx de EE.UU. emplea un cañón de seis 
tubos que dispara 3.000 granadas de uranio empobrecido 
por minuto, pero el cañón tiene que tener coordinadas 
precisas para destruir “justo a tiempo” a un intruso. 

La combinación de velocidad supersónica y de tamaño de 
la carga explosiva del Sunburn produce una tremenda 
energía cinética al impacto, con consecuencias 
devastadoras para el navío y su tripulación. Uno solo 
de estos misiles puede hundir un gran buque de guerra, 
pero cuesta mucho menos que un caza. Aunque la Marina 
ha estado retirando progresivamente el sistema de 
defensa Phalanx más antiguo, su reemplazo, conocido 
como el Misil de Acción Revolvente (RAM, por sus 
siglas en inglés) nunca ha sido probado contra el arma 
que parece estar destinado a enfrentar un día en 
combate. 


FUENTE: http://historia.mforos.com/732486/6193766-misil-sunburn-fin-de-la-hegemonia-militar-norteamericana/