En septiembre de 2011, el Tribunal de Justicia Europeo decidió prohibir la comercialización de miel chilena transgénica dentro de sus fronteras. Esta decisión se tomó tras detectar que los productos nacionales en venta poseen polen de origen transgénico en rangos superiores al 0,9% que permite la normativa europea.
La noticia impactó a los productores apícolas locales, los que poseen la mayoría de sus compradores en Alemania y Francia, y generó una investigación para saber si efectivamente la miel exportada es transgénica.
Una investigación conducida por el Laboratorio de Biotecnología de la Universidad Mayor, presentada por su director Víctor Polanco en la conferencia “Mitos y realidades del análisis de polen transgénico en mieles”, arrojó que “de los tres tipos de marcadores que se encontraron en Alemania, nuestras muestras poseían al menos dos de estos marcadores en más del 0,9% permitido por la Unión Europea. Por lo tanto, el rechazo de las mieles fue correcto”.
Para detectar la presencia de transgénicos, los científicos aislaron el polen de miel; visible de forma sencilla en el microscopio, pero difícil de separar para la detección. “Estas concentraciones de polen fueron sometidas a una extracción de ADN genómico. Para detectar la presencia de transgénicos, nos basamos en los marcadores de referencia idénticos a los usados en Alemania para rechazar el envío chileno”, señaló Polanco.
El estudio explica que la coexistencia entre cultivos transgénicos y la apicultura es incompatible, por lo menos para la exportación de productos y que es necesario que los apicultores pidan al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) las coordenadas de los cultivos transgénicos cercanos a sus colmenas, sobre todo en regiones con alto número de plantaciones de OMG.
La investigación concluye que la presencia de polen transgénico en el país es real: “Chile ocupa el lugar número 15 entre los países que producen transgénicos y nuestros vecinos Argentina y Brasil, ostentan el segundo y tercer lugar en el mismo ranking. Por lo tanto, este tipo de cultivos irá en franco aumento ya que nuestras normativas lo permiten”.
Es importante que el proyecto de ley de OMG que duerme en el congreso se apruebe. De esa forma se generaría un marco regulatorio a los transgénicos y una ley de etiquetado que informaría de las cantidades presentes en cada producto.