William Engdahl* –
Desde 1971 el dólar no está respaldado por el oro, por eso viene cayendo
la confianza en la moneda de EE.UU. Rusia y China acumulan oro porque
prevén conflictos.
En épocas de crisis financieras mundiales el oro
es el preferido de los bancos centrales y de las personas como reserva
de valor cuando el papel moneda lo pierde. Nos estamos acercando a otro
de esos momentos en que la deuda acumulada del sistema del dólar está
sobrepasando el valor del papel moneda en dólares. Es muy sugestivo que
los bancos centrales estén comprando todo el oro que pueden conseguir.
El oro y Nixon.
El dólar hoy ya no está respaldado por el oro. En
agosto de 1971 Richard Nixon, de forma unilateral, abrogó el Tratado de
Bretton Woods de 1944 y sacó al dólar de su obligatorio respaldo en oro
para que flotara de forma libre. Lo hizo ante la insistencia del
entonces subsecretario del Tesoro Paul Volcker y del patrón de Volcker,
David Rockefeller, en el Chase Manhattan Bank. Nixon adoptó esta medida
desesperada porque las reservas de oro de la Reserva Federal estaban
desapareciendo a medida que Francia, Alemania y otros socios comerciales
de EE.UU. pedían oro a cambio de sus dólares acumulados durante el
comercio, como estaba permitido bajo las normas de Bretton Woods.
Desde
1971, sin el respaldo del oro, los dólares fiduciarios en circulación
se han expandido sin límite. Esta es la fuente de la gran inflación
experimentada en el mundo durante los pasados 45 años, en que los
dólares en circulación han tenido una expansión de un 2.500 por ciento
desde 1970. La confianza en la posesión de dólares, que aún es la
principal divisa de reserva mundial, se ha mantenido por Washington
mediante varios trucos y engaños.
Los petrodólares.
Después de
la crisis del petróleo de 1973, Henry Kissinger habló de un
“petrodólar”. El valor del dólar estaba respaldado no por el oro, sino
por el petróleo. Su precio fue manipulado por Kissinger y otros en 1973,
como detallo en mi libro “Dioses del dinero”, consiguiendo un
incremento de un 400 por ciento en cuestión de meses, y obligando a
Alemania, a Francia, a Latinoamérica y a gran parte del mundo a comprar
dólares. Washington se aseguró también en 1975, cuando Alemania, Japón y
otras naciones intentaron comprar petróleo de la OPEP en sus propias
divisas, que Arabia Saudta y los países de la OPEP solamente aceptarían
dólares a cambio de su oro negro, el petróleo.
Desde septiembre de
2014 el precio del petróleo se ha hundido desde los 103 dólares el
barril hasta cerca de los 30 dólares. Es un hundimiento de un 70 por
ciento en la demanda de dólares para la principal mercancía mundial que
se valora en dólares.
Rusia y China.
En este contexto político y
financiero, los bancos centrales de Rusia y China están comprando oro a
un ritmo frenético. Además el Banco Popular de China anunció que
abandona su sujeción al dólar y que diversificará una bolsa de divisas
encabezada por el euro. Sin embargo, los movimientos de China y de Rusia
hacia el oro son mucho más estratégicos.
Mientras todos los ojos
están puestos en el precio del petróleo y en la tasa de cambio
rublo/dólar, el Banco Central de Rusia ha estado comprando
silenciosamente altas cantidades de oro durante el último año. En enero
de 2016 el Banco Central de Rusia compró de nuevo 22 toneladas de oro,
unos 800 millones dólares al cambio actual, y esto entre las sanciones
financieras de Estados Unidos y la Unión Europea y bajos precios de
petróleo. Era el undécimo mes consecutivo que compraba grandes volúmenes
de oro. En 2015 Rusia añadió 208 toneladas de oro a sus reservas, en
comparación con las 172 toneladas que compró en 2014 para completar
1.437 toneladas de oro en sus reservas, la sexta mayor del mundo según
el Consejo Mundial del Oro de Londres. Sólo Estados Unidos, Alemania,
Italia Francia y China tienen un mayor número de toneladas en sus
reservas de oro.
Sacarse los dólares.
Paralelamente el Banco
Central ruso ha vendido sus tenencias de deuda del Tesoro estadounidense
para comprar oro, desdolarizándose de facto, un movimiento sensible en
tanto que el dólar está en guerra de divisas contra el rublo. En
diciembre de 2015, Rusia mantenía 92.000 millones de dólares en bonos
del Tesoro de Estados Unidos, contra 132.000 millones en enero de 2014.
La
gobernadora del Banco Central ruso, Elvira Nabiullina, dijo en mayo de
2015 que no veían ninguna necesidad de comprar toda la producción
nacional de oro al poder satisfacer sus necesidades en el mercado, algo
que disminuiría las reservas de rublos, pero se ha dado un aparente giro
de 180 grados. El Banco Central de Rusia está comprando ahora toda la
producción doméstica de oro. Sólo cuando los objetivos mensuales están
cumplidos proceden a importar. Nabiullina afirmó que se trata “de un
colchón financiero ante incertidumbres externas”. Es muy significativo
porque Rusia, cuyas reservas de oro del Banco Central fueron robadas
durante la época del Yeltsin a principios de la década de 1990, ha
crecido hasta convertirse en la segunda potencia extractora después de
China. Es un apoyo fundamental a su industria minera aurífera y al
rublo.
Kazajstán también.
Sólo unas cantidades ligeramente
menores de oro ha comprado China en los últimos meses, y lo mismo está
realizando Kazajstán. En los últimos 40 meses, Kazajstán ha estado
aumentado sus reservas de oro. Kazajstán es miembro de la Unión
Económica Euroasiática, junto a Rusia, Bielorrusia, Armenia y
Kirguizistán. Bielorrusia también ha incrementado sus reservas de
lingotes.
China comprará un total de 215 toneladas este año,
aproximadamente igual que Rusia. Las compras anuales de más de 200
toneladas por el Banco Popular de China superarían las tenencias totales
de oro de todos los países del mundo, exceptuando 20 de ellos según el
Consejo Mundial del Oro. Sus reservas han crecido un 57 por ciento desde
2009, según datos revelados en julio de 2015. Los analistas de mercados
creen incluso que esos datos están rebajados para no disparar alarmas
en Washington y Londres.
Proyecto gigante.
Kirguizistán, Rusia y
China son también miembros de la Organización para la Cooperación de
Shangai. Estos países euroasiáticos forman parte también del gigantesco
proyecto chino “Un cinturón, un camino” que también se denomina la Nueva
Ruta de la Seda Económica, un proyecto para tejer toda Eurasia con
redes de ferrocarriles de alta velocidad y desarrollar nuevos y grandes
puertos a fin de cambiar el mapa económico euroasiático. El año pasado
China anunció que estaba diseñando las líneas ferroviarias de la Ruta de
la Seda para permitir a las reservas de oro rusas y de Asia Central,
ahora carentes de infraestructura para desarrollo, llegar a ser
económicamente atractivas para estos países.
Las divisas de Rusia,
China y los países euroasiáticos se están moviendo para llegar a ser
“tan buenas como el oro”, un término que se aplicaba al dólar
estadounidense hace seis décadas. El hecho de que Rusia también tiene un
muy bajo índice deuda/PBI, un 18 por ciento comparado con el 103 por
ciento de los Estados Unidos, el 94 por ciento de los países de la zona
euro de la UE y el más de 200 por ciento de Japón es un hecho que las
agencias occidentales de calificación comprometidas en la guerra
financiera del Tesoro estadounidense contra la Federación Rusa ignoran
convenientemente. Rusia tiene una economía mucho más saludable que la
mayoría de los países occidentales, que declaran que Rusia es un Estado
fallido. (Journal neo. Rebelión).
*Economista, consultor. Licenciado en ciencias políticas por la Universidad de Princeton.
http://www.laarena.com.ar/opinion-por-que-rusia-y-china-compran-tanto-oro-1051243-111.html