Extracto
del libro “Polvo Cósmico Emancipatorio” escrito y publicado en inglés el año
2002 en www.franzlee.org.ve
bajo el título “Emancipatory StarDust”; y en proceso de traducción al español por
Chucho Nery).
Iraq
es sólo una manifestación, una simple forma de apariencia de lo que pasa
actualmente a escala global. Las
“victorias” de EE.UU. sobre Afganistán e Iraq no resuelven los problemas
globales generados por las “ondas largas” históricas, por las leyes
tendenciales del movimiento del capital, el capitalismo, el imperialismo y el
corporativismo. Al contrario las
profundas contradicciones se han vuelto más agresivas, más peligrosas, más
incontrolables.
No es un asunto de “grandeza”, de simples
“personalidades” que hacen o rompen la historia; aplicar este tipo de análisis
“científico es no captar la quintaesencia de la “globalización” contemporánea,
del transfacismo, del postnazismo. No es
sólo una nueva versión del colonialismo, del apartheid, de la conquista de
recursos naturales, campos petroleros o recursos acuáticos. No es una expresión de algunos “hombres” que
se han vuelto locos, megalómanos, borrachos de poder que provocan incendios
forestales en todas partes.
El sistema global, el actual orden mundial,
confronta la mayor crisis que haya experimentado; lo que captamos en todas
partes no es sólo una simple recesión, otra depresión, sólo sobre-producción,
una caída en las tasas de ganancias, dificultades para realizar y acumular
capital, serias amenazas lanzadas por los trabajadores revolucionarios, la
futura revolución mundial por parte de inmensas fuerzas anti-globalización,
manifestaciones masivas de comunistas y terroristas en países que poseen “armas
de destrucción masiva”.
Si lo antedicho hubiese sido el caso entonces
seguramente no tendríamos ya un golpe de estado de facto en los EE.UU., que
practica semejantes acciones desesperadas abiertamente totalitarias y
agresivas, En el pasado este tipo de problemas
fueron resueltos de forma “democrática”, de maneras más encubiertas,
subrepticias y escondidas, por medio de Watergates, Angolagates, etc.
En perspectiva transhistórica, a largo plazo,
lo que está a la orden del milenio ni siquiera es la Propiedad Intelectual o la
explotación y dominación del Trabajo Intelectual, ni siquiera es un problema
energético. Si quisieran los EE.UU.
podría mover montañas, sacar los planetas de sus órbitas, producir terremotos,
tormentas de granizo en el Desierto del Sahara.
El mundo ya conoce la tecnología de Tesla, el
“orgón” de Reich, la “energía libre” que es tan abundante que ni siquiera vale
la pena explotarla; el problema ni siquiera es el agua potable; la
nanotecnología y otros descubrimientos científicos sofisticados ocultos pueden
“derretir” las rocas en Marte en toneladas de agua, y para lograr esto no son
necesarios trillones de dólares, ni miles de millones de obsoletos,
insignificantes trabajadores físicos e intelectuales. Para la post-productividad espacial, para que
los Extraterrestres del Pentágono monten sus “platillos voladores” en el
Laboratorio de Los Álamos utilizando la “energía libre” cada noche no es
necesario el petróleo árabe o asiático.
Hace mucho se han introducido en esta nueva era galáctica transversal la
ingeniería genética, la clonación, las ondas electro-magnéticas, HAARP,
Mkultra, experimentos Filadelfia, Operación Paper-Clip o candidatos
manchurianos. Ni una palabra de esto se
ve en los actuales análisis de nuestros analistas políticos favoritos.
Como en el caso, entre los siglos XII y XVIII
en Europa, en donde el nuevo modo de producción industrial, el capitalismo,
estaba retando interna y sistemáticamente al entonces aun dominante status quo,
basado en la producción agrícola, el feudalismo, el sistema post-laboral
post-productivo para entonces emergente, actualmente está destruyendo al
capitalismo y el imperialismo y con ello todo lo que tenga que ver con
ellos. Actualmente este proceso se denomina
“Gobalización”, las “Nuevas Guerras” de Bush.
El fascismo y el nazismo fueron productos de las transformaciones
intra-sistémicas dentro del mismo proceso de producción global; lo que
experimentamos ahora tiene relaciones y fuerzas trascendentales, otros motivos
y motivaciones – la aniquilación de todos los modos de producción, superándose
hacia otras esferas de esencia, existencia y trascendencia.
Por lo tanto no importa quién sigue, podría
ser Corea del Norte, Venezuela o Irán, todas las fuerzas productivas,
independientemente de sus formas iguales, desiguales o combinadas de trabajo,
finalmente tendrán que creer en ello.
Esto es lo que el salvajismo y la barbarie de EE.UU. en Kabul y Bagdad
han escrito sobre el muro de los lamentos terrenal. Con tanta frecuencia el capitalismo ha presumido
que El Conocimiento es Poder y lo ha utilizado hasta los límites del genocidio
brutal y el holocausto inmisericorde que es imperativo que, científica,
filosófica y anticipatoriamente estudiemos, conozcamos, apliquemos y analicemos
los actuales acontecimientos mundiales, para confrontar al Behemoth orwelliano
en su verdadera época, en su verdadera mensión, en su esfera productiva. Sólo así podremos erradicar la desesperanza,
el pesimismo, la negatividad, el chocar y asustar, el sobrecogimiento y las guerras
del polvo cósmico galáctico.