Kodak, la compañía conocida durante décadas por sus cámaras y rollos de películas, confirmó esta semana que utilizó uranio con grado para la fabricación de armas en un laboratorio subterráneo en el norte del estado de Nueva York por cerca de 30 años.
Un vocero de la compañía y excientífico de la firma dijo que no había suficiente material para sostener una reacción nuclear en cadena.
El exinvestigador para Kodak Albert Filo dijo que el uranio que se tenía era una aleación con aluminio en placas selladas y resguardadas que no se movieron durante tres décadas. La cantidad de combustible que se tenía almacenada era de alrededor de tres libras y media, los expertos explicaron que es menos de una décima parte de la cantidad necesaria para crear un dispositivo nuclear rudimentario.
La aleación del material “no podría ser fácilmente convertida en un arma nuclear”, dijo Christopher Veronda, vocero de Eastman Kodak. “Desmantelar el dispositivo y remover estas placas fue un proceso que requirió de gente altamente especializada para que se llevara a cabo en un periodo de más de un día”.
Pero algunas personas que abogan por la prevención de la proliferación nuclear dicen que esto destaca los riesgos que podrían generarse si los terroristas obtuvieran suficiente combustible para construir un dispositivo nuclear.
“En estos tiempos, a nadie debería estarle permitido poseer material utilizable para armas nucleares sin ofrecer una defensa armada para ese material”, dijo Edwin Lyman, físico nuclear miembro de la Unión de Científicos Comprometidos.
“Realmente debería existir un esfuerzo por parte de las empresas comerciales por eliminar el uso de materiales que pudieran ser utilizados por terroristas para fabricar armas nucleares”, declaró.
Kodak entregó el material al gobierno en el 2007 bajo estrictas medidas de seguridad. Pero por más de 30 años la compañía tuvo un dispositivo llamado multiplicador de flujo de neutrones de californio, o CFX por sus siglas en inglés, dentro de un laberinto especialmente diseñado debajo del Edificio 82 y sus laboratorios cerca de Rochester en Nueva York. El dispositivo era aproximadamente del tamaño de un refrigerador.
No era un reactor, más bien un pedazo de metal emitiendo radiación. Su propósito era crear un rayo de neutrones que se utilizaría para escanear y probar otros materiales. La fuente principal de neutrones del dispositivo era el elemento radiactivo californio, pero el flujo de neutrones producido por el californio se multiplicaba al pasarlo a través de una reja con altas concentraciones de uranio U-235, cuya fisión nuclear liberaba neutrones adicionales.
De acuerdo con un vocero de la Comisión de Regulación Nuclear, el uranio de Kodak estaba altamente enriquecido, a un nivel que se aproximaba al 93.4%. Este es el tipo de material, utilizado para crear armas, es el que el gobierno de Estados Unidos está tratando de evitar que llegue a manos de terroristas. Como comparativo, Irán declaró poseer uranio enriquecido al 20%, lo que llevó a las naciones del oeste a imponer una sanción al país en un esfuerzo por prevenir que Irán buscara hacerse de material con mayor rango de enriquecimiento.
Lyman reconoció que la calidad no era suficiente para construir una bomba. “Pero siempre puedes imaginar”, expresó “que un adversario podría coordinarse para robar el material suficiente de diferentes áreas para intentar consolidarlo y entonces poder fabricar una bomba”.
Mientras que Kodak nunca tuvo guardias armados, Filo dijo que se contaban con procedimientos de seguridad dentro de las instalaciones para prevenir cualquier acceso no autorizado al uranio. También, dijo, se tomarían horas e incluso días para desmantelar el CFX y extraer el combustible nuclear.
Agregó que el bunker estaba sujeto a inspecciones periódicas, que nunca filtró radiación y nunca supuso un riesgo para el vecindario por una exposición radiactiva.
“Las paredes circundantes medían dos pies de ancho y estaban hechas de concreto reforzado. El techo tenía las mismas medidas y también estaba hecho de concreto reforzado para después tener 8 pies de tierra encima. Así que era un instrumento muy bien protegido”, aseguró.
Kodak dice que nunca tuvo la intención de ocultar el CFX, y se contaban con licencias oficiales tanto estatales como federales. Pero el hecho de que la compañía estuviera manejando uranio altamente enriquecido nunca se quiso hacer del conocimiento público.
Hay 31 reactores en Estados Unidos utilizados para investigación o con el propósito de hacer pruebas, según registra la Comisión de Regulación Nuclear. La mayoría son administrados por universidades y utilizan uranio de bajo enriquecimiento en lugar de utilizar uno altamente enriquecido.
Pero algunos materiales aptos para crear armas nucleares se continúan utilizando en algunos reactores, dice Lyman.
“El reactor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y el reactor de la Universidad de Missouri utilizan uranio altamente enriquecido. El Departamento de Energía quisiera que ambos reactores cambiaran la forma en la que operan, para que así ya no tuvieran que utilizar material apto para la fabricación de bombas”, dijo. “Pero es técnicamente complicado, cuesta mucho dinero y hay resistencia al cambio”.
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