EL RETORNO DEL MILITARISMO ALEMAN

EL RETORNO DEL MILITARISMO ALEMAN

Traducido por Chucho Nery

Resolución de la Conferencia Especial Contra la Guerra del Partido por la Igualdad Social de Alemania
20 de Septiembre de 2014

Del 14 al 14 de Septiembre el Partido por la Igualdad Social (PIS) sostuvo una Conferencia Especial Contra la Guerra en Berlín.  La siguiente resolución fue acogida por los delegados de forma unánime.

1. El Partido por la Igualdad Social (PIS) apoya la declaración del Comité Internacional de la IV Internacional (CICI) del 9 de Junio, “El socialismo y la lucha contra la guerra imperialista”. La misma comienza con las palabras: “Cien años después del estallido de la I Guerra Mundial y 75 años después del inicio de la II Guerra Mundial, el sistema imperialista una vez más amenaza a la humanidad con una catástrofe.”  Los eventos políticos de los pasados tres meses han confirmado dramáticamente esta declaración.  Las potencias imperialistas han abierto dos nuevos frentes, uno contra Rusia y otro en el Medio Oriente.

2. Una junta de operadores políticos, figuras militares, periodistas con vínculos estrechos con las agencias de inteligencia y otros formadores de opinión han manipulado los hechos y tomado decisiones que amenazan con empujar a la humanidad hacia un baño de sangre.  Esta política militarista se ha encontrado con una fuerte oposición de amplios sectores de la población.  Las encuestas muestran que más de dos tercios de los alemanes se oponen al suministro de armas a Irak.  Pero la oposición popular es desoída.  Los partidos políticos no responden a sus votantes.  Ellos reciben sus órdenes de los representantes más poderosos del capital alemán y global.  La democracia sólo sirve como fachada al gobierno de una minoría.

3. Una guerra nuclear con Rusia ya no es más una posibilidad hipotética, sino un peligro real. En Febrero Washington y Berlín cooperaron con los fascistas para organizar un golpe en Kiev. Desde entonces han intensificado sistemáticamente la confrontación con Rusia.  En Julio utilizaron el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines, bajo circunstancias que nunca han sido aclaradas, para imponer sanciones económicas.  A principios de Septiembre la cumbre de la OTAN en Gales adoptó una reorientación fundamental de la estrategia militar.  Mientras en las dos últimas décadas la alianza principalmente ha conducido guerras en Los Balcanes, África del Norte y el Medio Oriente, su vasto armamento es ahora dirigido una vez más contra Rusia, como lo fue contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría.  Los comandantes de la OTAN han tomado el control efectivo de la política exterior europea.  La OTAN aportó una garantía incondicional de ayuda a los regímenes de derecha en los Estados Bálticos, que ahora cuentan con carta blanca para provocar una guerra con Rusia en cualquier momento.

4. En una columna para el Washignton Post, Anne Applebaum, esposa del primero ministro polaco, llamó a una “guerra total”.  Bajo el titular “La guerra en Europa no es una idea histérica”, ella planteó la pregunta: “¿Es histérico prepararse para la guerra total?  ¿O es ingenuo no hacerlo?”  El Ministro de Exteriores alemán Frank-Walter Steinmeier, uno de los protagonistas principales en estos acontecimientos, admitió que “la dinámica de la escalada militar está determinando cada vez más la acción política, en vez de a la inversa” - una referencia a las vísperas de la I Guerra Mundial, cuando los planes estratégicos del estado mayor dictaron las decisiones políticas e hicieron irreversible el curso hacia la guerra.

5. En el Medio Oriente Israel está dirigiendo una brutal ofensiva contra los palestinos, con apoyo alemán y estadounidense.  Bajo el pretexto de la lucha contra el ejército terrorista del Estado Islámico (EI), que fue creado y apoyado por los EE.UU., Qatar, Arabia Saudita y Turquía, ha comenzado una división más violenta de la región rica en materias primas, amenazando con ser más sangrienta que las previas guerras en Irak, Libia y Siria.

6. El Pleno de Junio del Comité Internacional de la IV Internacional fijó la tarea de ubicar la lucha contra la guerra en el centro del trabajo político del CICI y al CICI “como el centro internacional de la oposición revolucionaria al resurgimiento de la violencia y el militarismo imperialista.”  El Partido por la Igualdad Social, la sección alemana del CICI, lleva la mayor responsabilidad en esta lucha.

7.  A diferencia de las guerras en Irak en el 2003 y en Libia en el 2011, Alemania esta vez está jugando un papel protagónico en el impulso de la guerra.  Las elites gobernantes del país, que arrojaron al mundo al abismo dos veces antes, una vez más invocan un “liderazgo alemán” (Führung) y se preparan para llevar a cabo sus intereses imperialistas por medio de la violencia militar.  Ellas están forzando su camino hacia Europa Oriental, el territorio de la antigua Unión Soviética, y el Medio Oriente y Africa.

8.  La Historia está retornando con venganza.  Casi 70 años luego de los crímenes de los nazis y su derrota en la II Guerra Mundial la clase dominante alemana una vez más está adoptando la política de gran potencia imperialista del Kaiser y de Hitler.  La velocidad de la escalada de la propaganda de guerra contra Rusia rememora las vísperas de la I y la II Guerras Mundiales. En Ucrania el gobierno alemán coopera con los fascistas de Svoboda y el Sector de Derecha, lo que se ubica en la tradición de los colaboradores nazis de la II Guerra Mundial.  Está usando la país que fue ocupado por Alemania en ambas guerras como escenario contra Rusia.  Además, al armar a una de las partes en la guerra civil iraquí, los Peshmergas kurdos, el gobierno alemán ha anunciado su intención de participar en la próxima ronda de la violenta redivisión del área.

9. La propaganda de la era de post-guerra -que Alemania había aprendido de los terribles crímenes de los nazis, que había “llegado a Occidente”, había abrazado una política exterior pacífica y se había desarrollado como una democracia estable- se exhibe como una mentira.  El imperialismo alemán una vez más muestra sus verdaderos colores como ha emergido históricamente, con toda su agresividad en casa y en el exterior.

Una conspiración política

10.  El retorno del imperialismo alemán fue preparado sistemáticamente a espaldas del pueblo. Luego de la abstención de Alemania en la guerra de Libia, los medios comenzaron una campaña contra el ministro de exteriores de entonces, Guido Westerwelle (del Partido Democrático Libre – PDL), y el Presidente Christian Wulff, que llevó al colapso del PDL y a la renuncia de Wulff debido a un escándalo de corrupción prefabricado.  Wulff fue reemplazado por Joachim Gauck, cuyo arraigado anti-comunismo y posición anti-rusa parecieron más apropiados para imponer la nueva política de guerra contra Rusia ante la amplia oposición pública.

11. En 2013 más de cincuenta destacados políticos, periodistas, académicos, personajes militares y representantes empresariales trabajaron para desarrollar una nueva estrategia para la política exterior alemana bajo la dirección del centro de estudios gubernamental Stiftung Wissenschaft und Politik (Fundación para la Ciencia y la Política – SWP) y el Fondo Alemán Marshall (FAM), basado en Washington.  Ellos definieron a Alemania como un “país comerciante y exportador” que, más que ningún otro país, depende de “la demanda de otros mercados así como del acceso a rutas internacionales de comercio y materias primas.”  Ellos concluyeron que Alemania debía una vez más jugar un “papel importante” internacionalmente, en particular en intervenciones militares en el marco de la OTAN, descrita como una “fuerza única para fortalecer los intereses de seguridad de Alemania.”  Alemania tenía que “utilizar su creciente influencia” para “orientar nuevamente” la futura dirección de la OTAN. [1]

12. Inmediatamente después de las elecciones federales en Septiembre de 2013 el Presidente Gauck tomó la ofensiva para esta nueva estrategia.  Él declaró en el aniversario de la unificación alemana que Alemania “no era una isla” que podía quedar fuera de “los conflictos políticos, militares y económicos.”  Ella debía jugar un papel “en Europa y en el mundo” en concordancia con su tamaño e influencia.

13. Esta estrategia formó la base de la nueva política exterior del gobierno.  Fue al poco tiempo de haber tomado el poder que el ministro de exteriores Steinmeier y la ministra de defensa von der Leyen anunciaron que el período de restricción militar había acabado. Alemania era “demasiado grande para comentar sobre la política global desde un costado” y debía “estar lista para intervenir anticipadamente, de forma más decisiva y substancial en la política exterior y de seguridad.”  En Ucrania esta política fue puesta en práctica.  Washignton y Berlín causaron una crisis política para crear un pretexto para la militarización de Europa y quebrantar la profundamente arraigada  hostilidad contra la guerra dentro de la población.

14. La opinión pública ha sido trabajada consistentemente desde entonces.  Los dos programas de noticias más importantes en la televisión pública, tagesthemen y heute journal, han sido transformados en programas de propaganda diaria.  El ministro de exteriores está publicando declaraciones bajo el titular “El destino de Alemania: liderar a Europa con el fin de liderar al mundo.”  Von der Leyen posa como “Ministra de Guerra” en la portada de la revista Stern, y Gauck ataca a Rusia en Westerplatte, en donde Alemania atacó a Polonia  en 1939, iniciando la II Guerra Mundial.  Periodistas con estrechos vínculos con centros de estudios trasatlánticos tales como Josef Joffe y Joachim Bittner (Die Zeit), Stefan Kornelius (Süddeutsche Zeitung), Nikolas Busse y Klaus-Dieter Frankenberger (Frankfurter Allgemeine Zeitung), Nikolaus Blome (Der Spiegel) y Dominic Johnson (taz) atizan incansablemente la propaganda anti-rusa.

15. Las universidades también han sido puestas al servicio del militarismo.  La distinción entre historia y propaganda ha sido socavada sistemáticamente en el proceso.  Por encima de todo el historiador Fritz Fischer, que murió en 1999, ha sido objeto de feroces ataques.  En los años 60 Fischer expuso las agresivas metas militares del imperio alemán en la I Guerra Mundial, y demostró que Hitler resumía los mismos objetivos en la II Guerra Mundial.  Fischer ahora es atacado porque sus hallazgos son altamente relevantes: la política alemana hacia Ucrania una vez más sigue los pasos del Imperio Guillermiano y el III Reich.  Existe una continuidad histórica directa desde Bethmann Hollweg hasta Ribbentrop y Steinmeier.

16. Los propagandistas en las universidades no se contentan con rehabilitar las políticas de guerra del imperio alemán.  También están intentando rehabilitar la reputación de Hitler.  Con este fin está siendo revivido el historiador Ernst Nolte, de 91 años de edad, que causó la disputa entre historiadores hace 30 años al minimizar el papel del nacionalsocialismo.  En Febrero el historiador Jörg Baberowski, basado en Berlín, anunció en Der Spiegel que Nolte “estaba históricamente en lo correcto”.  Por su parte Nolte denuncia en la última edición de la revista European “el grado de odio y condena que ha hecho del alguna vez 'libertador' (es decir Hitler) el representante del 'mal absoluto' y un 'tabú'.”  Hitler fue “el representante olvidado de las tendencias de 'auto-afirmación', que se han perdido en la política oficial del gobierno alemán”, escribe Nolte.

La crisis de la Unión Europea

17. La razón para el resurgimiento del imperialismo alemán es la profunda crisis del capitalismo global y del sistema del estado-nación sobre el cual se basa.  Cuando Trotsky analizó las fuerzas objetivas impulsoras que en 1932 llevaron al surgimiento de Hitler él escribió_ “Mientras las fuerzas productivas de Alemania se acoplan cada vez más, más reúnen poder dinámico, se ven más estrangulados dentro del sistema estatal europeo -un sistema que se asemeja al 'sistema' de jaulas dentro de un pobre zoológico provincial.” [2]

18. El intento de Hitler de escapar de este sistema de jaulas conquistando a Europa violentamente dejó al continente en ruinas, costando la vida a 70 millones y acabando en una total derrota militar.  Pero el orden de post-guerra no resolvió ninguno de los problemas que llevaron a la guerra.  El poder económico de EE.UU. hizo posible una estabilización temporal y el auge de post-guerra.  La Guerra Fría no sólo mantuvo a raya a la Unión Soviética, sino que también mantuvo bajo control a Alemania.  Pero con la reunificación de Alemania y la disolución de la Unión Soviética el período dentro del cual las empresas alemanas pudieron conducir sus asuntos dentro de la estela de EE.UU. y el ejército alemán pudo ser restringido a la defensa nacional había acabado irrevocablemente.

19.  No hubo nada progresista en la reunificación de Alemania.  No sólo llevó a un declive sin precedentes al Este de Alemania y Europa sino también al resurgimiento del militarismo debido al dinamismo del capitalismo alemán.  Cuando miembros del gobierno declaran hoy en día que el peso militar de Alemania debe corresponderse a su fortaleza económica una vez más están hablando el lenguaje del imperialismo alemán.

20. En 1990 la Bund Sozialistischer Arbeiter (Fundación de Trabajadores Socialistas), la predecesora del PIS, advirtió contra el regreso al Este de Alemania y Europa de la misma burguesía que había cometido algunos de los crímenes más bárbaros que la humanidad haya visto jamás.  “El colapso de los estados nacionales en Europa Oriental fue, en última instancia, sólo el primer resultado de una profunda crisis mundial del imperialismo,” escribimos. “El balance internacional de fuerzas, dentro del cual los imperialistas han regulado su régimen con la ayuda de los estalinistas y los social-demócratas, y defendido sus intereses globales, ha sido destruido.  Los viejos conflictos entre las potencias imperialistas por la redivisión del mundo, que lanzó a la humanidad al horror de la guerra mundial dos veces en este siglo, están re-emergiendo.”  [3]

21. El gobierno británico de Margaret Thatcher y el gobierno francés de François Mitterrand al principio buscaron evitar la reunificación de Alemania, temiendo las consecuencias de su surgimiento como potencia predominante en Europa Central.  Al final se acordó la fundación y expansión de la Unión Europea.  Mientras Francia veía a la UE como un medio para controlar a su dominante vecino, Alemania lo veía como un mecanismo para controlar a Europa.

22. El gobierno alemán hizo poco para disimular sus ambiciones.  Ya en 1993 el ministro alemán de exteriores Klaus Kinkel declaró: “Como un pueblo de 80 millones, como la economía más fuerte de Europa Central, llevamos una especial y parcialmente nueva responsabilidad, nos convenga o no.  Debemos ajustar toda la actividad de nuestra política exterior de acuerdo a ello.  Debido a nuestra ubicación central, nuestro tamaño y nuestras relaciones tradicionales con Europa Central y Oriental, estamos predestinados a ser los mayores benefactores del regreso de estos estados a Europa.” [4]

23. La UE fue presentada al público como un gran paso hacia la unificación de Europa.  De hecho fue y es un arma de los más poderosos intereses empresariales y financieros contra la clase trabajadora; una fortaleza ante cuyos muros miles de refugiados mueren cada año; una zona de guerra en la cual las potencias europeas luchan por el dominio; una incubadora para el nacionalismo y el chauvinismo; y un instrumento para el rearme interno y externo.  Es un campo de cría para el militarismo, las políticas de austeridad y la dictadura.

24. Ya a principios del nuevo siglo las tensiones dentro de la UE estallaron abiertamente.  La idea de que Alemania a la cabeza de la UE podía volverse una potencia mundial al mismo nivel que los EE.UU. se volvió una ilusión.  Ni Gran Bretaña ni Francia estaban preparadas para tolerar una Alemania apabullante en Europa Central.  En 2003 se dio una ruptura abierta en cuanto a la guerra en Irak.  Mientras Gran Bretaña y un número de estados de Europa Oriental apoyaron a los EE.UU. militarmente, Francia y Alemania rehusaron participar en la guerra.  En 2005 los votantes franceses y holandeses rechazaron una constitución para la UE.

Las consecuencias de la crisis financiera del 2008

25. La crisis de la UE aumentó con la crisis financiera internacional del 2008.  La quiebra financiera más grande desde los años 30 no fue un episodio cíclico, sino más bien el inicio de una crisis progresiva del capitalismo mundial.  Seis años después ninguno de los problemas fundamentales que llevaron al borde del colapso al sistema financiero internacional han sido resueltos.  Al contrario, los trillones otorgados a los bancos, la inundación de los mercados financieros con dinero barato de los bancos centrales y el asalto implacable a los salarios, empleos y beneficios han exacerbado enormemente las tensiones de clase y han creado las condiciones para el próximo colapso financiero.

26. La reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de recortar las tasas de interés al 0,05% y comprar los bonos basura que detonaron la crisis en el 2008 por cientos de millones de euros es una declaración política de bancarrota.  Rememora la acción de un drogadicto que, temiendo la muerte, toma una última dosis fatal.  El Presidente del BCE Mario Draghi justificó el último paso refiriéndose a la “falta de confianza en el futuro” y al riesgo de otra caída.  Pero en vez de estimular la estancada economía europea el torrente de dinero fresco a los bancos inflará la burbuja especulativa en los mercados accionarios hasta hacerla estallar.

27. Existen agudas divisiones dentro del cuerpo central del BCE que expresan las crecientes tensiones nacionales en Europa.  Pero desde el punto de vista de las relaciones de clase no existe diferencia fundamental entre la política de Draghi de imprimir dinero y las estrictas medidas de austeridad exigidas por el gobierno alemán.  Ambas se complementan entre sí.  Ellas sirven para enriquecer una insaciable aristocracia financiera que, a expensas de la gran mayoría, han perdido toda conexión con el proceso de producción y las necesidades de la sociedad.  La situación recuerda cada vez más las vísperas de la Revolución Francesa, cuando María Antonieta aconsejó a las masas que se enfrentaban a la hambruna debido a la escasez de pan que comieran torta.

28. En Grecia, Portugal y España las draconianas medidas de austeridad dictadas por Berlín y Bruselas para pasarle el costo de los rescates bancarios a la clase trabajadora ya se han encontrado con una feroz resistencia.  Sin embargo las medidas impuestas por la Unión Europea en respuesta a la crisis financiera también han intensificado dramáticamente las tensiones sociales en Alemania y otros países europeos.

29.  El índice bursátil alemán DAX está actualmente 2.000 puntos por encima de su pico antes de la crisis del 2008, aun cuando la economía apenas está creciendo.  Los accionistas de las 30 compañías alemanas más grandes han aumentado sus portafolios en 200 millardos de euros sin mover un dedo.  En el mismo período el nivel de vida de la mayoría de la población ha disminuido dramáticamente.  Unos 126 millones de europeos, un cuarto de la población, corren el riesgo de caer en la pobreza.  La cantidad de niños pobres se ha elevado a 800.000 desde el 2008.  El 11% de los adultos y el 23% de los jóvenes en Europa están oficialmente desempleados.  Casi uno de cada tres no recibe ayuda social.  En Europa Oriental la situación social es mucho peor que hace 25 años, cuando colapsaron los regímenes estalinistas.  Mientras una  pequeña minoría, frecuentemente corrupta y criminal se ha enriquecido enormemente, la vasta mayoría de la población lucha por sobrevivir bajo condiciones de desempleo masivo, salarios de miseria y el colapso de las pensiones, la salud y demás previsiones sociales.

30.  El resurgir del militarismo es la respuesta de la clase dominante ante las explosivas tensiones sociales, la profunda crisis económica y los crecientes conflictos entre las potencias europeas.  Su meta es la conquista de nuevas esferas de influencia, mercados y materias primas, sobre los cuales descansa la economía alemana dependiente de las exportaciones; la prevención de una explosión social al desviar las tensiones sociales hacia un enemigo externo; y la militarización de la sociedad como un todo, incluyendo el desarrollo de un aparato de vigilancia nacional integral, la supresión de la oposición social y política y poner en cintura a los medios.

31.  El ex-operador de la CIA Edward Snowden reveló la gigantesca dimensión del monitoreo gubernamental llevado a cabo no sólo por los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos, sino también por los servicios secretos alemanes estrechamente vinculados.  En nombre del combate al terrorismo y al crimen organizado, Alemania ha suprimido la separación de la policía y los servicios secretos, consagrada en su constitución de post-guerra como medida para evitar el surgimiento de una nueva Gestapo.  Inmensas bases de datos centralizadas le otorgan acceso a las agencias de seguridad a los datos de millones de ciudadanos comunes y corrientes.  La meta de esta pesadilla orwelliana es la eliminación de toda resistencia y protesta social.  El estado de emergencia impuesto al pueblo estadounidense de Ferguson luego del asesinato de Michael Brown, de 18 años de edad, con la policía y la Guardia Nacional desplegando armamento militar contra habitantes desarmados es una prueba de lo que vendrá a medida que crezca la tensión social.

Crecientes tensiones con los Estados Unidos

32. Una meta adicional de la confrontación con Rusia es unir una UE que paulatinamente se está desintegrando.  Antes predefinida por objetivos económicos, como el libre movimiento de capital y bienes y una moneda común, ahora la lucha contra un enemigo común persigue asegurar la cohesión de la UE.  Como fue el caso durante la Guerra Fría, Rusia una vez más es presentada como el enemigo común de “Occidente”.  Sin embargo, detrás de la fachada de la unidad europea contra Rusia crecen las tensiones.  Ahora re-emergen los conflictos que transformaron dos veces a Europa en un campo de batalla en el siglo XX.  Otros miembros de la UE flexionan sus músculos y se preparan para perseguir sus propios intereses imperialistas.  En Francia el Frente Nacional ha sido capaz de expandir su influencia prometiendo salirse de la UE y regresar a una moneda nacional.  Atravesando el canal se vuelve cada vez más probable la propia salida de Gran Bretaña de la UE.

33. La actual alianza de Alemania con los Estados Unidos contra Rusia también está cargada de tensiones y contradicciones internas.  Washignton y Berlín siguen el mismo sendero contra Rusia, pero tienen objetivos diferentes.  La meta de los Estados Unidos es evitar el surgimiento de una potencia mundial competidora en el continente euroasiático.  Su agresión contra Rusia forma el extremo occidental de su “eje asiático”, que está dirigido principalmente contra el surgimiento de China.  Por su parte el imperialismo alemán intenta explotar a Europa Oriental y Rusia como fuentes de energía y mano de obra barata, así como un mercado para sus bienes, mientras al mismo tiempo mantiene estrechas relaciones económicas y políticas con China.  En Europa Oriental, en la cada vez más importante región del Mar Negro, así como también en Rusia y en China, Alemania confronta a los Estados Unidos como su rival estratégico.

34. En el Medio Oriente el imperialismo alemán también persigue sus propios intereses.  La región es un importante mercado para la industria alemana, y esta se ve amenazada por la política de los Estados Unidos.  El desastre desatado por los Estados Unidos en Irak obligó a Berlín a re-evaluar su estrategia en la región.  Las tensiones entre Alemania y los Estados Unidos se expresaron más recientemente luego del descubrimiento de un espía estadounidense en Berlín.

35. Mientras más débil aparece el imperialismo estadounidense las otras potencias imperialistas desarrollan más su propia estrategia independiente.  En Asia Japón ha llevado a cabo su propia re-militarización con el apoyo de los Estados Unidos y erradicó su compromiso con el pacifismo contenido en su constitución de post-guerra.  Pero Japón tiene sus propios intereses independientes.  Los conflictos imperialistas básicos que llevaron al mundo a dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo veinte están resurgiendo en nuevas formas.

El Partido de la Izquierda, los Verdes y el “imperialismo de los derechos humanos”

36. Todos los partidos representados en el parlamento apoyan el militarismo alemán.  El Partido Social Demócrata (PSD), que ostenta el ministerio de defensa, está al frente de esta campaña en la gran coalición.  Está celebrando el centésimo aniversario de su voto para apoyar la I Guerra Mundial preparando otra guerra contra Rusia.  Diez años después de la aprobación de las leyes Hartz el PSD reafirma firmemente ambos pies en el campo de las grandes empresas y las finanzas.  Los políticos acaudalados, los principales funcionarios públicos, los pequeños empresarios y los burócratas sindicales, que llevan las voz cantante en el partido, ya no buscan reconciliar a los trabajadores con el capitalismo a través de reformas sociales.  En cambio defienden al capitalismo por medio de ataques despiadados a la clase trabajadora y el apoyo a políticas agresivas de gran potencia.

37. Un papel central en el renacimiento del militarismo alemán lo juegan los Verdes y el Partido de la Izquierda.  Nominalmente ellos constituyen la oposición en el Bundestag (parlamento), pero en realidad están integrados en el más alto nivel en la elaboración de la nueva política.  Ambos partidos estuvieron envueltos en el borrador del informe estratégico Stiftung Wissenschaft und Politik “Nuevo Poder – Nueva Responsabilidad” y apoyan al gobierno en todos los asuntos claves.  Su propia contribución especial es disfrazar el regreso del militarismo alemán con perogrulladas sobre la “paz”, la “democracia” y los “derechos humanos” y eliminar la resistencia popular al resurgimiento del militarismo.

38. Hace mucho tiempo que los Verdes desecharon su pacifismo.  Ellos cuentan con un amplio historial vendiendo la política en favor de la guerra como una “lucha por la humanidad”.  Ellos utilizan cínicamente los crímenes históricos del imperialismo alemán en el siglo XX para justificar sus crímenes en el XXI.  En 1999 el ministro exteriores de los Verdes Joschka Fischer justificó la participación de Alemania en la Guerra de Kosovo con el cínico grito de “No a otro Auschwitz”.  Desde entonces los Verdes han apoyado cada acto de agresión de parte del imperialismo alemán con palabrerías sobre los “derechos humanos” y la “humanidad”.

39. Cuando los Verdes critican al gobierno en asuntos de política exterior lo hacen desde posturas de derecha.  Ellos fueron los más enconados críticos de la abstención de Alemania en la Guerra de Libia.  Ahora hacen sonar el tambor de guerra por una acción más dura contra Rusia y una operación militar masiva que involucre a fuerzas alemanas en el Medio Oriente.  En su discurso en el Bundestag sobre el 75° aniversario del ataque alemán a Polonia el líder de los Verdes Anton Hofreiter exigió una nueva política de guerra alemana.  “La agresión de Rusia debe tener consecuencias,” declaró, y exigió que Putin “pagara un precio por su duplicidad.”  Añadió, “En Irak es correcto discutir el uso de fuerza militar y lo que Alemania puede contribuir para ello.”  Y continuó, “Los ataques aéreos de EE.UU. no son suficientes.  Es necesaria una intervención militar más masiva en concordancia con la Reponsabilidad para Proteger.”

40. Hace quince años fueron los Verdes los que jugaron un papel crucial en la organización del regreso del militarismo alemán en la escena mundial y en su encubrimiento con perogrulladas “humanitarias”.  Hoy en día es el Partido de la Izquierda.  Mientras Stefan Liebich, el representante del partido en la Comisión de Asuntos Externos del Bundestag, ayudó a elaborar la nueva estrategia de política exterior Stiftung Wissenschaft und Politik, sobrevino un nuevo consenso dentro del partido.  Desde entonces el Partido de la Izquierda ha apoyado la agresiva política exterior del gobierno alemán.

41.  Una declaración oficial por la dirección del partido en Marzo culpó a Rusia por el “curso de confrontación” y condenó “las amenazas militares de la Federación Rusa.”  Tan sólo un mes después los diputados del Partido de la Izquierda en el Bundestag votaron a favor de una misión militar alemana contra Siria -todo en nombre del “desarme” y una “política de paz.” Ahora el Partido de la Izquierda ataca al gobierno desde la derecha y aboga por una operación militar más expansiva en el Medio Oriente.

42.  A principios de Agosto el periódico oficial del partido Neues Deutschland ya había exigido “Acción de la ONU contra las atrocidades de los “yihadistas” en Irak, escribiendo: “El Partido de la Izquierda no puede eludir este debate.”  El líder del partido Gregor Gysi fue uno de los primeros políticos alemanes en demandar el suministro de armas a los kurdos.  En el Bundestag exigió una intervención masiva por parte de tropas de la ONU.  Ulla Jelpke, la vocera de la auto-denominada Izquierda Anticapitalista (IAC), resumió la posición del Partido de la Izquierda durante una sesión especial del Bundestag para discutir los envíos de armas alemanas a Irak.  Ella declaró: “Exigimos mucho más para Irak y Siria que lo que se ha decidido aquí.”

43.  Las corrientes de pseudo-izquierda dentro del partido como Marx21 y Alternativa Socialista Alemana (ASA) son los defensores más agresivos del imperialismo de los “derechos humanos”.  Ellos aportan los argumentos y justificaciones ideológicas con los cuales las clases dominantes encubre su política guerrerista.  Ellos describieron a los opositores pro-imperialistas del régimen de Assad como “revolucionarios”, mostraron los disturbios dirigidos por los fascistas en la plaza Maidan de Kiev como un “levantamiento popular democrático” y denunciaron a Rusia como un “agresor imperialista” con el fin de envenenar a la opinión pública.  Actualmente están agitando la intervención militar en Irak.  En uno de sus últimos folletos, titulado “Detengan al estado islámico”, la ASA solicita: “¿Por qué no ayudar cuando puede evitarse un genocidio inminente?”.  Por “ayudar” quieren decir ataques aéreos de EE.UU.

44. Mientras la ASA se especializa en la propaganda Marx21 está involucrada personalmente en la política oficial de guerra en el más alto nivel.  El miembro de Marx21 Christine Buchholz es la representante del Partido de la Izquierda en la Comisión de Defensa del Bundestag.  Ella recibe información de primera mano acerca de los planes guerreristas del imperialismo alemán.  En Febrero voló junto a la Ministra de Defensa Ursula von der Leyen en un avión militar para inspeccionar tropas alemanas en Africa.

45.  Hace noventa y cinco años en su libro Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo, Lenin escribió: “El entusiasmo general sobre las perspectivas del imperialismo, su furiosa defensa y el pintarlos con brillantes colores – tales son los signos de los tiempos.”  No puede haber una mejor descripción de la reacción de los Verdes y del Partido de la Izquierda ante el actual resurgimiento del militarismo alemán.  Una vez más, como lo escribió Lenin, el capital financiero está concentrado en pocas manos, domina todos los sectores de la economía, mientras los crecientes conflictos entre las grandes potencias sobre la redivisión del mundo “provoca que las clases propietarias se vuelquen completamente del lado del imperialismo.”  La histeria y el entusiasmo con los cuales las ricas capas de la clase media representadas por los Verdes, los post-estalinistas, los burócratas sindicales y los radicales pequeño-burgueses del Partido de la Izquierda abrazan la política imperialista de guerra rememora el fervoroso apoyo a la guerra por parte de la clase media alemana antes de la I Guerra Mundial y plantea asuntos sociales e históricos fundamentales.

Las tareas del PIS

46.  Los mismos factores que impulsan a la clase dominante hacia la guerra también crean las condiciones objetivas para la revolución socialista.  El colapso de los mecanismos políticos, económicos y sociales que le dieron a Europa un grado de estabilidad en el período de post-guerra confronta a la burguesía alemana con los mismos problemas que prevalecieron en la primera mitad del siglo XX.  Para dominar a Europa y luchar por el poder mundial debe declararle la guerra a la clase obrera.  Lo mismo se aplica a las clases dominantes francesas, británicas y del resto de Europa.  Esto se ve subrayado por los draconianos programas de austeridad que se han vuelto la norma en toda Europa, los incesantes ataques a los salarios y las condiciones de trabajo y la erosión sistemática de los derechos democráticos.  La clase trabajadora también debe cargar con los costos del militarismo – soportando más recortes en el gasto social para financiar el rearme, suministrando la carne de cañón para nuevas guerras y a través de la destrucción de los derechos democráticos y la total militarización de la sociedad.

47.  El PIS basa su lucha contra el militarismo y la guerra a la clase trabajadora teórica, política y organizacionalmente.  Es la única clase internacional y la única fuerza que puede evitar una III Guerra Mundial.  Sus intereses se hallan diametralmente opuestos al sistema capitalista.  La revolución socialista, sin embargo, no es un proceso automático.  Su marcha y su éxito se decide en el dominio de la política.  Como Trotsky lo escribió en vísperas de la II Guerra Mundial, la crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis del liderazgo revolucionario.  La solución a esta crisis depende de las decisiones y acciones tomadas para construir nuestro partido.

48.  El PIS lleva a cabo un incansable trabajo político para desarrollar la consciencia de la clase trabajadora.  El expone los engaños, la propaganda y las mentiras de los medios y de todos los voceros de la clase dominante.  El busca inmunizar a los trabajadores contra todas las formas de nacionalismo y chauvinismo, y defiende la solidaridad con las luchas de los trabajadores en todos los países.  El lucha por la unidad de la clase trabajadora europea e internacional sobre la base de un programa social.  El rechaza la Unión Europea y lucha para que sea reemplazada por los Estados Socialistas Unidos de Europa.  La construcción de secciones del Comité Internacional de la IV Internacional en Europa es una de las tareas más importantes en la lucha contra la guerra.

49.  Nuestra oposición al impulso hacia la guerra contra Rusia no implica apoyo alguno al régimen del Presidente Putin.  Su respuesta a las provocaciones de la OTAN es una expresión de su bancarrota política.  El régimen de Putin emergió de la disolución de la Unión Soviética bajo Gorbachev y Yeltsin, cuyos devastadores efectos se vuelven más claros cada día.  Al defender los intereses de los oligarcas multimillonarios que hicieron sus fortunas saqueando la propiedad estatal de la Unión Soviética el régimen de Putin teme una movilización de la clase trabajadora internacional que entonces inspiraría a los trabajadores rusos a luchar por sus intereses de clase.  Putin apela al nacionalismo ruso.  Esta política reaccionaria es una de las mayores cartas de triunfo en la propaganda de guerra de los imperialistas.

50.  La lucha contra la guerra está vinculada estrechamente con todas las demás áreas del trabajo partidista.  El PIS vincula su lucha contra el militarismo y la guerra con la movilización de la clase trabajadora para defender sus derechos sociales y políticos.  La lucha contra el imperialismo es la lucha contra el capitalismo.  Todas las demandas que surgen de la oposición a la guerra – la abolición del Bundeswehr (ejército alemán), el inmediato retiro de tropas alemanas en el exterior, la disolución de los servicios secretos – requieren la movilización política y revolucionaria independiente de la clase trabajadora, con la meta de asumir el poder político y transformar la economía mundial sobre una base socialista.  La planificación racional y democrática de la producción para satisfacer las necesidades sociales debe reemplazar el impulso por acumular el beneficio privado.

51.  La fortaleza del Comité Internacional de la IV Internacional y del PIS se basa en el hecho que sus programas se corresponden con la lógica del desarrollo económico global y articula los intereses de la clase trabajadora.  El crecimiento del partido es la expresión consciente de este proceso objetivo.  Sin embargo, este crecimiento no se lleva a cabo automáticamente.  Es necesario luchar por su programa revolucionario.  Cada miembro tiene la tarea de construir el partido en las principales fábricas, sitios de trabajo, escuelas y universidades para aportar las bases y el liderazgo para las luchas venideras de la clase trabajadora.  La construcción del Comité Internacional de la IV Internacional y sus secciones como el nuevo liderazgo revolucionario de la clase trabajadora es la tarea estratégica central en la lucha contra la guerra.

Notas:

[1] Stiftung Wissenschaft und Politik (SWP) y el Fondo Marshall Alemán de los Estados Unidos (FMA): “Nuevo Poder – Nueva Responsabilidad_ Elementos de la política alemana exterior y de seguridad para un mundo cambiante”.

[2] León Trotsky, “¿Qué sigue? Preguntas vitales para el proletariado alemán”, La Lucha contra el fascismo en Alemania.

[3] “El fin de la RDA y las perspectivas para la clase trabajadora, “Declaración del Comité Central de la Fundación de Trabajadores Socialistas, 21 de Octubre de 1990,

[4] Citado de “Perspectivas socialistas luego del colapso del estalinismo”, programa de la Fundación de Trabajadores Socialistas, 1993.

Artículo original: The return of German militarism and the tasks of the Partei für Soziale Gleichheit (Socialist Equality Party of Germany).