Los ateos en Estados Unidos se están organizando: lanzaron un nuevo canal de televisión y brindan apoyo a quienes salen a la luz pública con sus creencias.
"A veces es necesario decir las cosas y las batallas deben pelearse aunque sean impopulares. A los ateos de incógnito les digo que no están solos y merecen igualdad".
Así comienza el estimulante discurso del presidente de American Atheists, (Ateos Estadounidenses), David Silverman, en la apertura de la primera cadena de televisión en EE.UU. dedicada a aquellos que no creen en Dios, Atheist TV.
A continuación le sigue una serie de testimonios de ateos relevantes.
"Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y abogo totalmente por que la gente 'salga del closet'", dice Mark Hatcher, de Ateos Negros de América.
"Salir del closet" es la expresión que muchos ateos en EE.UU. utilizan para describir lo que, para muchos, sigue siendo una admisión difícil de hacer públicamente.
En uno de los encuentros más grandes de estudiantes ateos en el país, en Columbus, Ohio, Jamila Bey -de la Alianza Secular Estudiantil- dijo que a muchos de los asistentes les ponían nerviosos las entrevistas y de hecho así lo indicaban con lo que llevaban alrededor de su cuello.
"Los cordones rojos significan 'Ud. no puede hablar conmigo'", explica Bey. "Algunos de los estudiantes que tenemos no se han expresado públicamente. Sus padres pueden no saber que son ateos o que cuestionan su religión".
Bey precisó que a muchos les preocupa ser relegados al ostracismo o incluso tienen miedo de la violencia si revelan que no creen en Dios.
Lasan Dancay-Bangura, de 22 años, está feliz de hablar con nosotros. Es, después de todo, jefe de su grupo de estudiantes ateos en la universidad. Exhala un suspiro triste y profundo al recordar el momento en que le dijo a su madre que era ateo.
"Las cosas no fueron muy bien al principio. Estaba muy enfadada", cuenta.
"Después de un tiempo, creo que lo aceptó. Todavía no hablamos del tema. Parece que no me va a echar de casa".
Dancay-Bangura admite que todavía no se lo ha dicho a su padre.
"No quiero que nuestra relación se destruya por esto", dice.
"Se oyen casos de personas a las que han echado de casa, y los han mandado a campamentos bíblicos donde los fuerzan a ser religiosos. No quiero perder a mi padre en algo así".
Rechazo de la comunidad
Los padres de Katelyn Campbell, joven de Virginia Occidental de 19 años, respaldan su postura como atea. Los problemas los ha tenido con otros miembros de la comunidad.
"En el instituto, cuando caminaba por el pasillo, estaba todo en silencio, o me escupían", relata Katelyn.
Hace dos años, protestó contra la inclusión de la religión y la abstinencia en sus clases de educación sexual en la escuela. Todavía siente el impacto.
"En ocasiones me siento realmente incómoda al estar en espacios públicos en mi comunidad porque la gente a menudo saca el tema delante de mí, cuando en realidad es una discusión de valores que son muy personales y muy privados", dice.
Un reciente estudio del Centro de Investigaciones Pew muestra que los estadounidenses preferirían tener un presidente que tuviera más de 70 años o que fuera abiertamente homosexual o que nunca hubiera ocupado un cargo público antes que uno que fuera ateo.
El químico Joseph Priestley (1733-1804) fue acusado de ateísmo.
Sorprendentemente, otro estudio anterior también del Pew sugirió que los encuestados en EE.UU. perciben a los ateos como menos dignos de confianza que a los violadores. Uno de los nuevos programas de Atheist TV, llamado La Experiencia Atea, en el que se reciben llamadas de teléfono, ya ha sido testigo de la forma en que muchos estadounidenses perciben a los "no creyentes".
"Así que estaba estudiando para ser pastor, ¿y ahora no cree en Dios? Usted es el diablo", le dice al presentador uno de los que llaman al programa. "Usted es marxista, ateo y de Rusia", le espeta otro.
Cambio demográfico
En el evento de estudiantes ateos en Ohio, intentan cambiar las cosas.
En un puesto se venden camisetas. "Diosa sin Dios", se lee en una de ellas. "Así es como luce un ateo", dice otra.
Al lado del puesto está Andrew Seidel, abogado de la Fundación Libertad de la Religión. "Muchos estadounidenses creen que nunca han conocido a otro ateo, pero eso es porque son muchos los que tienen miedo de reconocerlo públicamente", dice Andrew.
"Esta batalla la ganaremos con el cambio demográfico. Al igual que fue muy importante para el movimiento gay salir del clóset, es importante para nosotros decirlo en alto y con orgullo: ‘¡Soy ateo!’".
Los datos demográficos efectivamente están cambiando, particularmente entre los jóvenes, donde la proporción de aquellos que se identifican como "no afiliados religiosamente" va en aumento.
Pero Estados Unidos tiene una proporción mucho más alta de quienes dicen que la religión es muy importante para ellos, en comparación con los países europeos.
"Estados Unidos es una anomalía porque, en primer lugar, fue fundado por puritanos", señala Jamila Bey, de la Alianza Secular Estudiantil.
En la historia más reciente, en particular en lo que refiere a la comunidad afroamericana en la lucha por los derechos civiles aunque también para muchas otras comunidades minoritarias, Bey opina que la religión se convirtió en una forma de ganar aceptación.
"Fue una manera de decir ‘Soy un buen Cristiano, Ud. no debería lanzarme a las llamas y debería dejar que mi hijo fuera a la escuela con pequeños niños blancos, Jesús nos ama a todos’", señala Bey.
El nuevo canal de televisión es parte del movimiento de derechos civiles propio del grupo de ateos.
Pero la aceptación real, en especial para aquellos con cargos públicos, en un país en el que ningún congresista hombre o mujer es abiertamente ateo, puede estar todavía lejos.
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