EL SOCIALISMO NO ENTRA EN CARRERA por Toby Valderrama

El giro a la derecha cambió el paisaje político venezolano. Antes, la disputa era entre capitalismo y Socialismo. Ahora, la contradicción es entre dos visiones sobre cómo administrar el capitalismo.

Una es franca, sin ningún tipo de vergüenza, capitalistas de toda la vida; y la otra, avergonzada, deslizándose furtivamente, guardando las apariencias, cuidando las palabras. Ambas favorecen la propiedad nosocial de los medios de producción, las dos estimulan el egoísmo, las salidas individuales, en resumen: dos diferentes versiones de capitalismo.

El choque entre estas dos fracciones burguesas confunde el carácter de la lucha. Sin percibirlo, el Socialismo salió del escenario, de él sólo quedó el nombre, ya sin contenido. Fue suplantado por una de las fracciones que se adjudica los méritos socialistas. Sus triunfos los enarbola como triunfos del Socialismo, del Chavismo, cuando son, en realidad, éxitos de la burguesía. Hábil maniobra oligarca que coloca a la masa revolucionaria tras metas reaccionarias. La patraña no es nueva, la usaron en el pasado: así encontramos a confundidos partidos y militantes revolucionarios defendiendo a carlos andrés, o condenando el golpe del 4 de Febrero en el antiguo congreso.

De esa manera, la dominación burguesa consiguió defensa unánime en la cuarta, entonces se olvidó el objetivo revolucionario; todos unidos, revolucionarios y socialdemócratas, en la defensa de la democracia burguesa, es decir, de la dictadura de la burguesía. El gran mérito de Chávez, del 4 de Febrero, fue romper el hechizo burgués y poner la mira en los verdaderos objetivos de la redención de los desposeídos, de la Revolución. En ese momento, la farsa burguesa se resquebrajó. El pacto, o si se quiere el acuerdo, de las diferentes corrientes políticas perdió su hechizo, quedó desnudo. Caldera supo apreciar el momento y capitalizó las simpatías de las masas conmocionadas por el rayo.

Hoy el gobierno se abraza con capitalistas de diferentes tamaños, los convoca en masa, los estimula, a ellos se alía en nombre de una supuesta necesidad de elevar las fuerzas productivas, de producir riqueza, y a eso lo presentamos como la nueva vía para ir al Socialismo. Extraño camino de ir al Socialismo en brazos de los capitalistas -los que ya existen y los que van a formar-, clara manera de renunciar al Socialismo en nombre de una supuesta eficiencia de la iniciativa privada, coincidencia con el pensamiento de cedice, de fedecámaras, que aparecen entonces identificados como iguales al gobierno.

El gobierno presenta como un logro la inclusión social. Es verdad, es admirable. Pero si se queda allí, nada más en el reparto popular, en el “rentismo popular”, si no da el “Golpe de timón”, si no avanza hacia el Socialismo, o lo que es peor, si comparte la renta con la burguesía, entonces, se convertirá en un gobierno reaccionario, socialdemócrata, aunque conserve las mismas caras. Y, además, será un gobierno débil, que perdió la razón, el sentido, la pasión que le daba fuerza: el ser Revolucionario.

Hoy se denuncia un golpe, nosotros lo condenamos con la misma fuerza con la que condenamos el golpe que se le dio al Socialismo. Coincidimos con los que creen en que todavía hay tiempo para que el gobierno rectifique el rumbo y retome el camino socialista. De no hacerlo, la masa sólo tendrá la oportunidad de escoger cuál de las formas oligarcas la oprimirá.

¡Rectificar es salvar la Revolución, el Socialismo!

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