El segundo banco más grande de Alemania, el Commerzbank,
ha advertido a las autoridades de la Unión Europea contra un posible
corte del suministro del gas ruso tras la expulsión, en Ucrania, del
presidente Víktor Yanukóvich.
La entidad germana ha elaborado un informe este fin de semana alegando
que “el riesgo económico más obvio” para la UE reside en que a Moscú le
parezca pertinente cortar el gas que envía a Europa (un 22% del total
que consume el Viejo Continente). Y, a juzgar por las últimas palabras
pronunciadas desde el Kremlin, en donde el primer ministro Dmitry Medvedev
ha cargado contra la oposición europeísta ucraniana que ha forzado tras
varias manifestaciones violentas la salida del rusófilo Yanukóvich,
esta hipótesis podría convertirse en realidad.
“Puede que no afecte tanto como algunos piensan, pero Europa sólo podría
compensar la mitad del gas ruso que transita hasta Europa por Ucrania
incrementando la actividad del gasoducto Nord Stream
que une el norte de Alemania con Rusia”, explican los expertos del
banco, antes de añadir que eso sería posible, en todo caso, si Moscú
continúa enviando gas a la UE.
La crisis ucraniana se desató hace tres meses, cuando Yanukóvich
renunció a firmar unos acuerdos con la UE tras recibir presiones rusas. A
partir de ese momento, miles de personas comenzaron a manifestarse en Kiev
pidiendo la dimisión del mandatario. Estas protestas se tornaron
violentas el pasado mes de enero, cuando el Parlamento del país aprobó
una normativa prohibiendo las movilizaciones ciudadanas con ese
pretexto. Tras más de 80 muertos, este pasado fin de semana Yanukóvich
se dio a la fuga. Las últimas informaciones apuntan a que está refugiado
en la base rusa de Sebastopol, sita en Crimea.
El gas ya fue motivo de conflicto durante la década pasada. La disputa,
entonces, fue entre Rusia y Ucrania y se debió a que Rusia quiso cambiar
las tarifas del gas natural que vende a Ucrania tras el supuesto giro
hacia el bloque europeo que este país dio bajo el mandato del europeísta Víktor Yúschenko. Esta subida proponía que el precio a pagar por Ucrania fuese el precio de mercado y no el precio pactado.
Ucrania no estaba dispuesta a que sus tarifas se multiplicasen de
repente, y debido a que los gasoductos rusos pasan por Ucrania, esta
crisis llevó al desabastecimiento de gas en Europa, que vio mermadas sus
provisiones en países como Polonia, Austria o Hungría. Ucrania y Rusia
se acusaron mutuamente de esa escasez: Ucrania acusó a Rusia de no
bombear ese gas, y Rusia a Ucrania de robarlo.
http://www.elboletin.com/internacional/93668/banca-alemana-teme-nueva-guerra-gas.html