Imágenes comparativas del fondo cósmico, realizadas con rayos X, revelaron que en épocas tempranas del actual Universo, después del Big Bang, el espacio cósmico era constituido en un 20% por agujeros negros, informó ayer la NASA.
Considerando que el Universo ya tiene 13,8 mil millones de años según los astrónomos, con datos del Observatorio de rayos X Chandra y el telescopio espacial Spitzer, se lograron identificar cielos de una época correspondiente a 380.000 a 400.000 años después del Big Bang.
"Nuestros resultados indican que los agujeros negros son responsables de al menos el 20 por ciento del fondo cósmico infrarrojo”, dijo Alexander Kashlinsky, astrofísico del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt.
“Lo que indica una intensa actividad de estos agujeros negros, los cuales se alimentan de gas durante la época de las primeras estrellas", agregó el astrofísico.
Después de pasar cientos de millones de años de oscuridad, y después que el Universo se enfrió lo suficiente, surgió la nueva luz. Los electrones y los protones formaron los primeros átomos. Los astrónomos piensan que este surgimiento fue en grupos masivos de estrellas. Junto a ellas aparecieron los agujeros negros, que producen grandes cantidades de energía a medida que acumulaban gas.
“Los telescopios más poderosos no pueden ver las estrellas más distantes y los agujeros negros como fuentes individuales, pero su resplandor combinado, viajando a través de miles de millones de años luz, les permite descifrar estas contribuciones”, dice el equipo de investigadores.
Se cree que la primera generación de estrellas y agujeros negros en aquellas épocas correspondía a un momento en que las galaxias enanas se estaban ensamblando, fusionando y convirtiéndose “en objetos majestuosos como nuestra propia galaxia, la Vía Láctea”.
El investigador Guenther Hasinger, director del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái en Honolulu, discutió estos hallazgos el martes pasado en la 222 ª sesión de la Sociedad Astronómica Americana en Indianápolis.
"Queríamos entender la naturaleza de las fuentes en esta época con más detalle, por lo que se sugirió examinar los datos de Chandra para estudiar la posibilidad de la emisión de rayos X asociada con el resplandor de los fondos de microondas cósmicas. Él explicó su estudio que fue publicado en la edición del 20 de mayo de la revista Astrophysical Journal.
En 2005, Kashlinsky y sus colegas vieron por primera vez indicios de un brillo remanente mediante el uso de imágenes de Spitzer.
El resplandor se hizo más evidente en estudios de 2007 y 2012. La investigación de 2012 examinó una región conocida como el Strip Groth, parte del cielo de la constelación del Boyero.
“En todos los casos, cuando los científicos restaban cuidadosamente todas las estrellas y las galaxias conocidas de los datos, lo que quedaba era un brillo irregular leve. No hay evidencia directa este brillo es muy distante, pero las características reveladoras llevan a los investigadores a concluir que representa el Fondo de microondas cósmicos”, señala el informe.
En 2007 las observaciones más profundas de Chandra se sobrepusieron con las más profundas observaciones de Spitzer.
El investigador Nico Cappelluti, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica, en Bolonia, Italia, elaboró los mapas de rayos X con todas las fuentes conocidas retiradas en tres bandas de longitud de onda, con Chandra. El resultado, en paralelo con los estudios de Spitzer, fue un resplandor de rayos X débil, difuso, que constituiría el Fondo de rayos X cósmico.
Las comparaciones de Chandra y Spitzer indican compatibilidad. "Nos llevó unos cinco años en completarlo, y los resultados fueron una gran sorpresa para nosotros", dijo Cappelluti,
Los mapas detectaron el Fondo de microondas cósmicos y el Fondo de rayos X cósmico remanente al eliminar todas las fuentes de luz que podrían haber intervenido, y en ambos casos se confirmó que provenían de una misma región del cielo.
"Este es un resultado emocionante y sorprendente que puede proporcionar una primera mirada de la era de formación inicial de galaxias en el universo", dijo Harvey Moseley, astrofísico en el Centro Goddard.
Ahora el equipo piensa continuar con el estudio y proporcionar a futuro mayores confirmaciones.