Mis amos coloniales británicos me enseñaron que "solo trabajar y no jugar hacen que Franz sea un niño apagado". Hace décadas realmente me encantaba este dogma ideológico del 'divide y reinarás' en África. Sin embargo, bajo el Apartheid, hace cinco décadas, muy pronto tuve que aprender que esta sabiduría creativa no tenia que ver conmigo, no pertenecía a un 'Kaffir' trabajador *, sino que más bien era lo opuesto. Tuve que presenciar cómo mis compatriotas 'negros' fueron arrancados de sus hogares ancestrales por medio de la fuerza bruta, apilados en 'campos de concentración para el trabajo', y luego como utensilios, al azar, como trabajadores físicos no calificados y baratos fueron distribuidos en las minas, fabricas y plantaciones por los 'blancos'. Allí, como las famosas naranjas sudafricanas de exportación 'Outspan' (Outspan se refiere en Sudáfrica al lugar en una hacienda donde los viajeros pueden parar a descansar con su animales. N. del T.), fueron literalmente exprimidos, sometidos a trabajo forzoso, no se divertían, no tenían tiempo libre; su extracto vital fluía hacia el mercado mundial; el capital foráneo se acumuló a pasos agigantados; la 'carga del hombre blanco' se incrementaba mientras la expectativa de vida del esclavo asalariado que labora físicamente disminuía, cayendo a 35 años, y la de su opulento amo se disparaba a 70 años. Por medio del orden social fascista el sistema capitalista estaba cometiendo genocidio, el Estado estaba destruyendo, asesinando la mejor parte de la vida de los trabajadores, su juventud floreciente, creativa.
Este es uno de los crímenes mas crueles, atroces del capitalismo mundial. Solo una verdadera revolución socialista, anticapitalista puede abolir tales atrocidades. Si no lo hace, entonces no es socialista. Como lo señaló Oscar Heck en un artículo para VHeadline.com, hace mucho tiempo, en referencia al 'asesinato a paso lento' de nuestro Presidente de Venezuela Hugo Chávez, utilizando la efectiva estrategia fascista y el arma capitalista del trabajo forzado, de la tensión, uno es empujado inmisericordemente hacia adelante con el eterno látigo del 'hay que lograrlo'. De manera lenta pero segura, el trabajo duro, el esfuerzo permanente, exprime por completo nuestra energía vital, y la de cualquier líder, cualquier ser humano. Finalmente, la súper-explotación provoca el colapso total del individuo, del guerrero, su 'muerte natural'. Obviamente esto le ocurrirá a Chávez al trabajar hasta morir por Venezuela, mientras nosotros manejamos una lujosa Hummer e ingerimos litros y litros de whisky importado. El que ría de ultimo será Bush. En el distrito Sterkspruit de Cabo del Este, donde nací y crecí, viviendo con mis vecinos AmaXhosa, con esta misma estrategia de desgaste y ayudados por perros cazábamos conejos. Y una vez fui testigo de cómo el servicio de seguridad sudafricano BOSS, estos perros de la Gestapo del Apartheid, empleaban esta misma estrategia segura para perseguir guerrilleros en nuestras montañas, utilizando de manera sádica helicópteros, dejándolos correr desesperadamente hasta caer al suelo como resultado del cansancio total. * Una lección para nosotros: La revolución bolivariana, su líder popular, el presidente Chávez, todos nosotros nos encontramos actualmente en este tipo de peligro. No hay revolución social 'típica', 'clásica' o 'esquemática', todas las revoluciones son diferentes, especificas y concretas. Tienen su propia lógica, ciencia y filosofía. A la vez, no existen infinidades de revoluciones sociales, en nuestra opinión sólo existe una sola revolución socialista global, el 'otro lado' dialéctico, la negación, el opuesto del capitalismo mundial, como un modo de producción específico. Existen semillas, raíces, latencias, tendencias y posibilidades transhistóricas del socialismo como modo de creación y creatividad, pero como el propio capitalismo sólo existe un sólo socialismo, el que medido por su tarea histórica es científico, filosófico y emancipatorio. Tal como no ha existido ni existe un capitalismo zulú, guineano, azteca o napoleónico, no ha existido ni existe un socialismo ruso, africano, árabe o yoruba, ni mucho menos existe un 'socialismo real existente'. * El capitalismo es un modo de producción moderno, globalizado, explotador, dominante y discriminatorio, la única cosa que puede abolirlo es su propia negación, el socialismo globalizado, un trascendente modo de emancipación de la clase trabajadora, que debe aventurarse mas allá de todas las formas y formaciones del capitalismo globalizado. * Una importante lección revolucionaria: la lucha de clases sí existe en Venezuela, querámoslo o no, como marxismo, y existirá hasta que muera el capitalismo. Hasta este momento en que estamos cruzando el Rubicón esta es una de las primeras lecciones urgentes que la revolución bolivariana debe estudiar inmediatamente, es decir, actuar y trascender consecuentemente.
Las revoluciones sociales, específicamente la revolución socialista, como fue estudiada , hecha y pensada científicamente por los libertadores marxistas globales no son criaturas de un día, pueden ser veloces, pueden tomar décadas, o incluso siglos para materializarse. Debido a su lógica y contradicciones internas, a sus tareas históricas, tienen sus altibajos, sus pros y contras, no se desarrollan en línea recta; como la propia revolución bolivariana puede disfrutar de mareas altas por una década, y de repente, como una sorpresa, caer en mareas bajas, algunas veces se atascan en el tedio, provocando frustración práxica y confusión teórica. * Esta es otra lección pertinente que aprender en Venezuela: el fracaso es el otro lado dialéctico de la victoria, y ambas son partes revolucionarias del mismo proceso revolucionario. La lucha de clases y la conciencia de clase no son categorías lógico-formales. También la burguesía participa en la lucha de clases. Ella existe independientemente de nuestras pesadillas ideológicas. No hay por qué preocuparse porque las fuerzas contrarrevolucionarias aparentemente tengan una ventaja momentánea. Como Marx lo enfatizó, este 'látigo' es necesario para separar el trigo de la paja, para lanzar la revolución hacia otro grado emancipatorio, para salir de la escoria entre nosotros; en la revolución socialista la calidad decidirá la victoria final. * A pesar de todas las diferencias ¿que tienen en común las revoluciones sociales, incluyendo la socialista? * ¿Cual es la quintaesencia de la revolución social? Recapitulemos: dentro de la historia, el proceso de producción, no existen 'ricos' y 'pobres' sino amos y esclavos. Cualquier forma de producción, cualquier formación del trabajo produce lógicamente clases sociales antagónicas, relaciones sociales clasistas, las gobernantes y las gobernadas, explotadas, dominadas, discriminadas, masacradas y alienadas. Esta es la quintaesencia de la lucha de clases. Esta es la razón de ser de la revolución social. * Otra lección para Venezuela: todas las revoluciones sociales, especialmente la socialista, son luchas de clases. No importa en cuál nivel de producción se halle una revolución social, esta realidad transhistórica va desde la acumulación primitiva de capital en una sociedad basada en el trabajo de esclavos hasta el imperialismo corporativo global moderno: un sistema moderno que explota económicamente al meso, micro y macrocosmos en su totalidad. Además, al nivel en que se encuentra nuestra revolución bolivariana debemos distinguir entre la acumulación del capital dentro de pasados modos de producción dominantes y el capitalismo como el actual modo de producción globalizado dominante. Este último es el que tenemos que eliminar. * Esto nos lleva a la siguiente lección: el socialismo es lucha de clases, no es consenso de clases, no es una alianza pacífica entre trabajo y capital, es una revolución social dentro del capitalismo mundial, es una negación, es la negación categórica del capitalismo, es verdaderamente anticapitalista, y sólo como tal es verdaderamente anti-imperialista, que es algo muy distinto que declararse 'anti-imperio' o 'anti-imperial'. * Esto nos conduce a la siguiente lección, al asunto decisivo para nosotros: ¿reforma o revolución, barbarie o socialismo? Como lo señaló Rosa Luxemburgo en su famoso escrito 'Reforma Social o Revolución' (1900) contra Eduard Bernstein, la mera reforma social dentro del modo de producción capitalista global puede ser un medio de revolución, pero nunca es el objetivo final de la revolución social, de la lucha de clases moderna. Es contrarrevolucionario hacer del reformismo una meta revolucionaria, su qué hacer. El reformismo es un cambio social limitado dentro del modo de producción capitalista explotador, no es su abolición. La revolución socialista esta cruzando el Rubicón, esta destruyendo la barbarie, el salvajismo neoliberal.
* Por lo tanto, camaradas, la revolución socialista es lucha de clases, es marxismo. Somos libres de hacer lo que querramos, pero debemos ser muy cautelosos en cómo lo llamamos. Hitler, Goering y Goebbels llamaron al fascismo 'nacional-socialismo'. Este momento, el año 2008, es decisivo. En Venezuela la revolución bolivariana está destinada a revelar su quintaesencia transhistórica, a dar el salto socialista hacia la verdadera emancipación anti-capitalista o estancarse en el 'chavismo sin Chávez', el reformismo, los pactos entre caballeros, la corrupción, la impunidad, los barriles de whisky yanqui importado, el consenso de clases, el salvajismo neoliberal y la barbarie nazi. En Sudáfrica en el año 1960 tuve la oportunidad de leer el famoso libro de Plejanov, El papel del individuo en la historia, y aprendí que ningún dios, ninguna idea, ningún hombre o pueblo por sí solo puede jamás hacer la 'historia', puede hacer la revolución socialista. Por coincidencia el presidente Chávez también leyó este libro, años más tarde. Así que si amamos a Chávez, por favor concedámosle unas vacaciones bien merecidas en la Amazonia, bajo la condición que mientras tanto lo multiplicaremos por millones para hacer su trabajo, el trabajo de un verdadero revolucionario. Sólo así evitaremos el colapso de nuestro Presidente e impediremos que se convierte en otra víctima más de la traición de la clase dominante. * Por lo tanto, la lección final: los trabajadores de Venezuela, del mundo, al igual que el capital, no tienen Patria. Es su deber revolucionario fundar su propio partido socialista de vanguardia, en la tradición del victorioso Partido Bolchevique de Lenin. (Ver: http://www.franzlee.org/marxmanifesto.html) La única forma de detener tal partido de los trabajadores sería matar a todos los líderes de su vanguardia; sólo de esa forma el estalinismo fascista pudo triunfar en la Unión Soviética. Esta tragedia nunca debe ocurrir en suelo venezolano. De manera que, camaradas, ¡cuidado! Vivimos una época local, regional, nacional e internacional extremadamente peligrosa. Venezuela: ¡es el socialismo ahora o nunca! * Nota del traductor. 'Kaffir' es el termino despectivo con el que los blancos sudafricanos se referían a la mayoría sudafricana originaria.
(Traducido por Chucho Nery)