El hecho permaneció desconocido hasta fines de ese mismo mes, cuando varios dirigentes peronistas recibieron cartas anónimas reclamando un rescate por los objetos. También hubo rumores acerca de la profanación del cadáver. Las investigaciones jamás resolvieron el caso y el robo de las manos de Perón entró en la galería argentina de los delitos impunes. Texto de Aniversario de la muerte de Perón, sin gorra, bastón ni bandera, nota de Página/12 del miércoles 1º de julio de 1987.
"Circularon ayer macabras versiones, al tiempo que dirigentes peronistas recibieron ayer notas anónimas que demandan 8 millones de dólares a cambio de los atributos del líder que falleció hace trece años
A las 17.45 de ayer, el diputado Miguel Ángel Toma decidió tomar el toro por las astas; llamó por teléfono al subcomisario de la seccional 29 Nicolás Musto para confirmar o desvirtuar las macabras versiones que quienes se llevaron la gorra, el sable y la bandera que cubrían el féretro del general Juan Domingo Perón, habían seccionado, además, las manos del cadáver.
'No se hagan más problemas -dijo el subcomisario Musto-, desmiento totalmente la posibilidad de que el cadáver de Perón haya sido profanado'. Y agregó: 'Justamente previendo este tipo de bromas de mal gusto, el féretro está perfectamente sellado, de modo que se necesitan horas y horas de trabajo con soplete para violentarlo'.
La Policía Federal no había podido encontrar hasta anoche a los responsables del robo, que se supone habrían actuado en la noche del sábado al domingo en el cementerio de la Chacarita.
A través de un comunicado dado a conocer en horas de la tarde, la Policía Federal confirmó que se 'labras actuaciones' por la sustracción de la gorra, sable y bandera con la intervención del juez nacional en primera instancia en lo criminal de instrucción, doctor Jaime Far Suaud.
La denuncia del robo fue radicada en la comisaría 29ª por una sobrina del ex presidente, y el titular de la seccional, comisario Carlos Alberto Zunino, confirmó que 'conforme a lo ya adelantado por el comando institucional, se están efectuando pericias a fin de determinar las circunstancias del robo' denunciado el lunes por la tarde.
Por su parte, autoridades del cementerio manifestaron desconocer detalles del hecho, si bien indicaron que se comprobó que el armaje y los vidrios de la claraboya superior de la bóveda estaban sueltos.
Con la confirmación realizada por Toma, concluía un agitado día para la dirigencia peronista, que comenzó en horas tempranas, cuando en la sede del Partido Justicialista metropolitano, ubicada en la calle Ayacucho 915 se recibió una carta anónima dirigida a Carlos Grosso donde se le exigían 8 millones de dólares si se quería recuperar los objetos robados. Se le especificaba, también, que como muestra de 'su ánimo de negociar', hiciera flamear dos banderas -una argentina y otra justicialista- en el mástil que está en el frente del edificio.
A partir de ese momento, una usina de rumores comenzó a irradiarse, y se tomó conocimiento de que otras cartas que demandaban dinero a cambio de los atributos de mando de Perón fueron recibidas por Vicente Saadi y María Estela Martínez de Perón, aunque en ninguna se hacía referencia al seccionamiento de las manos.
En rigor de verdad, nadie sabe de dónde salió la macabra versión. A Grosso, le llegó por boca de periodistas de una agencia de noticias, y enseguida se propaló por las oficinas de varios dirigentes justicialistas.
El presidente del justicialismo porteño decidió evitar todo pronunciamieto al respecto, hasta tener confirmación de lo sucedido, aunque se supo que se comunicó con Saadi, intentó hablar con Isabel Perón, y hasta pidió una entrevista con el ministro del Interior, Antonio Troccoli. Sólo el estupor provocado por la noticia del robo de las manos, permite entender que no se haya comunicado en forma inmediata con la comisaría 29, a cargo de las pericias correspondientes.
Este triste recorrido de rumores cobra particular importancia, ya que hoy se conmemora el 13º aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, para el que están previstos una serie de actos, uno de los cuales tendrá lugar en el cementerio de la Chacarita a las 11, frente a la tumba profanada con la presencia de las autoridades del justicialismo.
Cerca de la tumba, otras manos anónimas pintaron leyendas con la frase 'Lorenzo Miguel traidor' y 'Miguel asesino de Rucci'. El propio líder metalúrgico tuvo ocasión de verlas, cuando asistió ayer al homenaje que se le realizó a Augusto Timoteo Vandor, al cumplirse el 18º aniversario de su asesinato.
Miguel, refiriéndose a quienes ultrajaron la bóveda de Perón, dijo que 'los que atentaron contra la tumba del ideólogo de los trabajadores, tienen que saber que Vandor, José Alonso, Klosterman, Retamar, Cavalli y ese pequeño gran gigante que fue José Ignacio Rucci, entre otros, no son los mártires sino los héroes del movimiento obrero argentino'.
Pasadas las 20 de ayer, Grosso y Saadi se reunieron para analizar lo sucedido, y acordaron entrevistarse con Troccoli durante la noche, si es que él podía recibirlos.
La premura, según dejaron trascender, se basa en la presunción de que hechos como éste, sumados a las bombas perpetradas contra locales de la UCR provendrían de 'sectores enemigos de la democracia'."