El "filántropo" estadounidense Bill Gates se dijo hoy partidario de "explorar" las posibilidades de los organismos genéticamente modificados (OGM), y de que su liberación y comercialización se realicen bajo "un proceso de revisión muy riguroso".
"Es un poco como con las medicinas: uno usa muy diferentes técnicas para crear vacunas y medicinas, pero con un marco regulatorio muy fuerte que vea por lo que se debe sacar al mercado tras acumular grandes cantidades de datos", dijo Gates en rueda de prensa.
Este día el copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates participó en la inauguración de un nuevo complejo de biociencias en el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), ubicado en Texcoco, centro de México.
Tras el acto, Gates señaló que su fundación "apoya la investigación en la creación de semillas utilizando diferentes herramientas, incluida la modificación genética".
"Sentimos que es una herramienta muy importante, y como puede mejorar las cosechas cada país puede considerar las compensaciones y verificar que sean completamente seguras", apuntó.
Dijo que cada país debe analizar libremente los "costos" que implica recurrir a los OGM, a menudo llamados también organismos transgénicos, y "decidir si los liberan" al mercado, aunque en algunas naciones, como en México, hay particularidades que invitan a la prudencia.
"Ciertamente numerosos países se están beneficiando con las cosechas. En relación con el maíz, México tiene consideraciones especiales porque es un centro de origen. Pero creo que con el tiempo se ha visto un aumento de la aceptación de estas cosechas, particularmente si se está tratando de lidiar con el calor y con las sequías", indicó.
"Las técnicas de reproducción (de semillas) pueden no darnos lo que se necesita; por eso es importante que se exploren estas herramientas, sometidas a un proceso de revisión muy riguroso", agregó Gates.
En la misma rueda de prensa el director general del CIMMYT, Thomas Lumpkin, sostuvo que el Centro, un lugar de referencia científica mundial desde 1966 que trabaja con maíz y trigo, no ha liberado en el país "ningún organismo genéticamente modificado".
"Nosotros estudiamos la tecnología, avanzamos y seremos capaces de liberar estas variedades cuando los países las quieran. Pero actualmente ninguna ha salido del CIMMYT", aclaró.
México permite los cultivos experimentales con OGM en algunas zonas del país, con permisos que expide la Secretaría de Agricultura, pero aún no ha autorizado la comercialización de estos organismos.
A este paso se oponen numerosas organizaciones ambientalistas, que apelan al principio de seguridad y a la amenaza potencial de contaminación en granos como el maíz.