QUE LASTIMA QUE LOS HERMANOS MAGISTRADOS IRANIES NO VENGAN A CONVENCER A SUS COLEGAS VENEZOLANOS DE LAS BONDADES DE SU MODERNO SISTEMA DE JUSTICIA!!
Una corte iraní condenó a muerte a cuatro personas por un fraude bancario de miles de millones de dólares que salpicó al Gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad, reportaron el lunes medios estatales.
Los iraníes, afectados por las sanciones internacionales y una creciente inflación, estaban impactados por la escala de la malversación de un préstamo bancario de 2.600 millones de dólares que quedó expuesto el año pasado y por acusaciones de que fue realizado por personas cercanas a la élite política o con su consentimiento.
De las 39 personas juzgadas por el fraude, el mayor en la historia de la República Islámica, cuatro fueron condenadas a la horca, reportó la agencia de noticias estatal IRNA.
Arné Chacón, hermano del ex-ministro y hoy encuestólogo Jesse Chacón, actualmente preso por fraude bancario, a la espera que el asunto se "enfríe" |
"Según la sentencia que se dictó, cuatro de los acusados en este caso fueron condenados a muerte", dijo el fiscal general Gholam-Hossein Mohseni-Ejei a IRNA.
Otras dos personas fueron condenadas a cadena perpetua y otras recibieron sentencias de 25 años de prisión, dijo Mohseni-Ejei. Otros fueron condenados a azotes, multas y la prohibición de ejercer cargos públicos.
Mohseni-Ejei no identificó a los acusados y medios iraníes los nombraron sólo con sus iniciales. La televisión estatal emitió partes del juicio pero desdibujó los rostros de los imputados.
Se cree que el hombre descripto por medios iraníes como el cerebro del fraude, el empresario Amir Mansoor Khosravi, falsificó cartas de crédito del Banco Saderat de Irán para financiar a decenas de compañías y comprar una fábrica de acero de propiedad estatal.
Mahmoud Reza Khavari, el ex presidente del mayor banco de Irán, el Banco Melli, propiedad del Estado, renunció por el escándalo y huyó a Canadá mientras los antecedentes muestran que tiene una casa de 3 millones de dólares, reportaron agencias de noticias iraníes y canadienses.
El caso ha sido políticamente incómodo para los líderes iraníes, que buscan mostrar que combaten la corrupción, y ha desatado preguntas sobre si las medidas de privatización del Gobierno han beneficiado a amigos de la elite política.