El
Foro Económico de Moscú de 2016 se celebró los días 23 y 24 de marzo de
2016. En este evento, se lanzaron críticas contra las políticas
económicas del gobierno ruso y se instó a mejorar el acceso a la
financiación de la industria. La siguiente entrevista fue realizada por
el periodista alemán Urlich Heyden al economista ruso Vasily Koltashov
poco después del término del cónclave. Para más información sobre el
Foro Económico de Moscú, véase el artículo de Heyden publicado en
CoounterPunch el 8 de abril de 2016.
Vasily Koltashov es el jefe
del departamento de investigación del Instituto sobre Globalización y
Movimientos Sociales de Moscú. Afirma que las sanciones económicas
impuestas por Occidente y el consiguiente desconcierto económico han
suscitado la preocupación de la ciudadanía. Mientras, las tensiones
aumentan en el seno de las élites rusas, dividas entre reconciliarse con
Occidente o tomar un camino independiente para el país.
Ulrich
Heyden: ¿Cómo se explica la dureza de las críticas vertidas contra la
política económica del gobierno ruso durante el Foro Económico de Moscú?
Vasily
Koltashov: Hay dos tendencias opuestas en Rusia: el llamado bando
liberal cuenta con el apoyo de la UE y los EE.UU. y, por el momento,
también de los principales centros de poder rusos. Por otro lado, está
la oposición patriótica, que detesta al bando liberal, del mismo modo
que este odia a la oposición patriótica.
¿A qué te refieres con “oposición patriótica”?
La
oposición patriótica es un fenómeno nuevo en Rusia. Surgió en el año
2008, principalmente debido a la crisis financiera mundial. La mayor
batalla del bando patriótico está relacionada con asuntos económicos y
sociales, no con las elecciones, los derechos humanos o la política
exterior. Esta oposición patriótica apareció por la crisis de ajuste,
que afecta a las exportaciones de mercancías, producida por el
capitalismo ruso.
¿Se podría decir que el Foro Económico fue una reunión nacional de liberales, conservadores e izquierdistas?
Prácticamente, ningún liberal asistió al foro.
El Foro Económico de Moscú se reúne cada año desde 2013. ¿Ha habido alguna novedad este año?
El
Foro Económico se encuentra en crisis. Su papel es importante, pero no
consigue avanzar. Año tras año, el discurso es el mismo.
¿Qué echa en falta?
Necesitamos
diseñar un plan que consiga sacar al país de la crisis y ese plan debe
tomar en consideración las preocupaciones y necesidades de las personas,
que se enfrentan a una pobreza cada vez mayor. Los niveles de vida se
están desplomando. Los salarios mensuales reales en las regiones han
caído, en el último año y medio, desde una media de 20.000 a 15.000
rublos (197 euros); mientras que en Moscú todavía se puede encontrar
gente que reciben hasta 20.000 rublos (263 euros).
Las personas
están alarmadas. Quieren políticas económicas que mejoren su calidad de
vida y que les proteja del desempleo y de la pérdida de valor de su
dinero. Pero en el Foro Económico de Moscú, se escuchan medidas de apoyo
a la industria, como propuestas de préstamos baratos y mayores
esfuerzos para reindustrializar el país. Muchos ciudadanos no
entenderían cómo tales medidas podrían salvarles de las consecuencias
del desajuste actual.
¿Se trató en la reunión el conflicto en Nueva Rusia (Ucrania oriental)?
Evidentemente,
se habló de la situación de Nueva Rusia en el foro, del levantamiento
en el este de Ucrania. Las élites rusas y de la Unión Europea ejecutan
las mismas medidas neoliberales, al mismo tiempo que se enfrentan por
los eventos acontecidos en Ucrania. Los pueblos necesitan políticas
diferentes, una integración euro-asiática alejada del neoliberalismo.
Pero ni las élites rusas ni las europeas son capaces de hacerlo.
El
conocido asesor económico de Vladimir Putin, Sergei Glasew, subió a la
palestra del Foro Económico para defender un aumento de la oferta
monetaria.
Glasew es muy popular, pero sus ideas son bastante
peculiares. Afirma, por ejemplo, que el rublo está subvalorado. Pero se
equivoca: el rublo está sobrevaluado, porque el mercado único nacional
está destruido. Si el precio del petróleo continúa cayendo, el tipo de
cambio del rublo también seguirá reduciéndose. El banco central mantiene
el rublo en una posición fuerte con respecto a una economía pobre.
Glasew
opina que un aumento de la masa monetaria no tendrá efectos negativos
porque el rublo está subvalorado. En mi opinión, cuando un aumento de la
oferta monetaria no es acompañado de un aumento de la demanda de
mercancías rusas, el resultado será una mayor inflación.
¿Cuáles son las políticas económicas defendidas por liberales y patriotas en Rusia?
Los
miembros de la clase media moscovita y de los funcionarios públicos
piensan y confían en que la Federación Rusa conseguirá acercarse a
Occidente. Después, la economía se desarrollará adecuadamente. Ese es el
mensaje que se transmite desde los medios liberales. Los medios
patriotas no son capaces de convencer a la gente de que la situación
económica mejoraría con un mayor apoyo estatal a la industria.
¿Cuál es tu propuesta?
Desde
el Instituto sobre Globalización y Movimientos Sociales presentamos un
plan concreto. Nuestra propuesta sería un programa estatal de apoyo a la
construcción de viviendas para los ciudadanos, con préstamos
hipotecarios asequibles, de entre uno y tres por ciento. Este programa
de viviendas se realizaría con materiales rusos, la industria rusa y
trabajadores rusos. Recomendamos que se construyan nuevas carreteras y
vías ferroviarias para renovar el transporte público.
¿Cómo se financiaría todo esto?
En
primer lugar, Rusia tiene importantes reservas financieras. Segundo, la
oferta monetaria podría incrementarse. Nuestra propuesta de un plan de
construcción impulsaría el crecimiento económico. Así, el capital
generado volvería a las arcas públicas.
Acabas de criticar al asesor económico de Putin por su plan de incrementar la oferta monetaria.
Estamos
a favor de un aumento de la oferta monetaria como un primer impulso al
crecimiento. No queremos regalar dinero a la industria. Sabemos que
querrían disponer de créditos baratos, pero unas tasas de interés bajas,
en las condiciones actuales, tan solo conducirían a un aumento de la
inflación, ya que el desajuste ha alcanzado los niveles más altos.
Incluso una reducción del tipo de interés de referencia conllevaría un
incremento de la inflación.
En el foro empresarial se plantearon
escenarios desastrosos. Da la impresión de que la economía sucumbirá
pronto si no se da más apoyo a la industria rusa. ¿Es este un
planteamiento exagerado?
Creo que la economía podría colapsar de
una manera u otra. La industria rusa carece de un adecuado desarrollo.
La producción disminuye y empieza a haber despidos; se ha introducido la
jornada laboral a tiempo parcial y los salarios se han reducido. El
desempleo no es particularmente alto, en torno al 6 %, pero esto se debe
a que los salarios son muy bajos.
¿Podrías señalar alguna conclusión concreta y positiva del Foro Económico?
Un
resultado positivo es el compromiso claro por una política
proteccionista. Esto significa que Rusia debe retirarse de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). En mi opinión, se necesita
avanzar en el fortalecimiento de la Unión Económica Euroasiática antes
de que pueda aspirar a convertirse en una alternativa a la Unión
Europea. No obstante, la Unión Euroasiática [que sería el siguiente paso
del proceso de integración, tras la actual Comunidad Económica
Euroasiática] no puede desplegarse del mismo modo que la UE, la cual
está jerárquicamente liderada por Alemania y reserva algún papel
importante para Francia (y quizás Italia). Polonia, Rumanía y Hungría
serían los países de tercer y cuarto rango, para los cuales la UE
comporta más inconvenientes que ventajas.
Los miembros de la
Unión Económica Euroasiática y de la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia,
Armenia, Kirguistán y Kazajistán) no perciben ningún beneficio
económico actualmente por participar en la integración económica.
La
Unión Económica Euroasiática y la Unión Aduanera de Eurasia fueron
desarrolladas de acuerdo con los términos de la OMC. Pero la adhesión de
Rusia a la OMC suprime cualquier utilidad de la Unión Económica
Euroasiática. La Unión Euroasiática tan solo tendrá sentido como
organización si puede contrarrestar la política expansionista de la UE,
que pretende extender su influencia hacia el este. En los años 2013 y
2014, la UE consiguió atraer a las autoridades ucranianas. Rusia se
anexionó Crimea pero se abstuvo de hacer lo mismo con la Cuenca del
Donets, y todavía no está claro quién está atrayendo a Bielorrusia a su
esfera de poder. Para Occidente, un punto de la agenda es conseguir
sustituir a Putin por otra persona que obedezca órdenes venidas desde el
exterior.
¿La Unión Euroasiática no desarrollaría una jerarquía de poder?
La
Unión Euroasiática funcionará de acuerdo a un modelo diferente de
integración. Ningún proceso de integración puede salir adelante sobre la
base del libre mercado y el comercio exterior. Se necesita un mercado
común y protegido que promueva la demanda interna. Un proyecto así sería
una alternativa a la UE y persuadiría a algunos Estados de que la
abandonasen. Es por esa posibilidad que la Unión Económica Euroasiática
fue denominada un “proyecto peligroso” desde Bruselas.
¿Es
posible que los líderes rusos se conviertan, finalmente, en verdaderos
keynesianos y fomenten el apoyo estatal a la construcción de viviendas y
carreteras?
En 2017, la situación económica será tan mala que
todos los indicios apuntarán hacia un cambio. Los intentos del gobierno
ruso de alinearse con Occidente impulsará la formación de un gobierno
neoliberal, que rápidamente se ganaría el descontento popular. Los
servicios de educación y salud serían completamente destruidos; los
derechos de aduana se reducirían y el Estado se propondría liquidar gran
parte de sus activos. Estas políticas intensificarían las
contradicciones sociales, ya que el pueblo está reclamando que se
atiendan sus intereses.
¿El bando patriótico se beneficiará de este cambio?
La
sociedad rusa está dividida en dos partes: el Belyje lenti, aquellos
que portan un lazo blanco y representan las posiciones liberales; y las
personas que llevan el lazo negro y naranja de San Jorge, que mantienen
una actitud patriótica y proteccionista y desean una integración
post-soviética.
Estos dos movimientos muestran una gran
fortaleza, pero el movimiento Belyje lenti está principalmente radicado
en Moscú, y su apoyo es muy limitado. Las fuerzas patrióticas tienen el
apoyo de más del 90 % de la población, y la única manera de evitar que
este movimiento llegue al poder es la aplicación de políticas de
estímulo económico, lo cual significaría que Rusia volvería a la
situación de 2008. Pero eso no es posible.
¿Debido a los bajos precios del petróleo?
Y
no habrá un aumento del petróleo en un futuro previsible. La confusión
que reina en Rusia ya es bastante profunda y las recetas neoliberales no
conseguirán sacar al país de esa situación; tan solo iniciarían una
segunda crisis. Este año veremos un desplome económico en China, una
recesión en EE.UU. y posiblemente en la Eurozona. Esto quiere decir que
serán muchos los factores que empujen a la baja el precio del petróleo y
los metales y, por lo tanto, la situación económica de Rusia empeorará.
Según mis previsiones, estos eventos harán incrementar el apoyo del
bando patriótico.
¿Es posible que el partido Rusia Unida no
consiga una mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias que se
celebrarán el 18 de septiembre?
El partido ha perdido
popularidad. El presidente de Rusia Unida es Dimitri Medvédev, y su
gobierno ha fracasado; es sinónimo del comienzo de la crisis económica.
Sucedió al Primer Ministro Putin en 2012, en un momento de crecimiento
económico, pero la economía se encuentra ahora en un estado patético.
Puede suceder que los miembros y deputados organicen una rebelión
interna y que se componga un parlamento “insurgente”. Muchos diputados
de Rusia Unida no están de acuerdo con la senda neoliberal adoptada. Con
un programa neoliberal, no son capaces de mirar a sus votantes a los
ojos.
¿Podemos, por lo tanto, esperar sorpresas?
Tuve una
conversación con un periodista de una región rusa. Le pregunté cómo era
posible que su diario lanzase críticas tan duras contra Putin y me
contestó: “¿Quién es Putin? Ese está muy lejos; puede incluso que no
exista. Es el gobernador regional el que tiene el poder”. Esa es la
autoridad política con la que se muestra cautelosa. En contraposición a
la situación de Moscú, las autoridades locales pueden desafiar al poder
central en momentos de crisis y organizar marchas de ciudadanos
indignados.
¿Está Vladimir Putin en una situación de estabilidad?
Una
parte considerable de las élites gobernantes quiere llegar a un acuerdo
con Occidente y apartar a Putin del poder. Aquellos que trabajan con él
y son el blanco de las sanciones, no lo desean. Se están dando
conflictos muy serios entre las élites rusas y, aunque no sean públicos,
pueden tener efectos sobre las elecciones parlamentarias de septiembre.
Pero todavía quedan preguntas sin resolver, como si Putin liderará
algún partido de cara a las elecciones o cuál será el papel del
movimiento Frente Popular, fundado por Putin en 2011.
Vasily Koltashov
jefe del departamento de investigación del Instituto sobre Globalización y Movimientos Sociales de Moscú.
Fuente: Telepolis, 31 de marzo 2016
Traducción: José Manuel Sío Docampo
http://www.sinpermiso.info/textos/rusia-los-niveles-de-vida-se-estan-desplomando-entrevista