El auge de China como potencia militar en Asia supone un reto para las relaciones internacionales y, sobre todo, para la alianza establecida en el Pacífico entre EEUU y Japón, consolidada desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El informe “La China militar y la alianza EEUU-Japón en 2030: una evaluación de la red estratégica”, elaborado por la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, realiza un análisis de lo que podría ocasionar el ascenso de China en el este de Asia, traduciéndose en la aparición de una “guerra fría asiática” que enfrentaría a estos dos bloques a lo largo de las próximas décadas.
El documento hace referencia a los conflictos territoriales que siguen en pie entre Tokio y Pekín (como el caso del archipiélago de las islas Senkaku), puntos de riesgo que puedan desestabilizar la zona. En este contexto, se subraya como reto más probable que “el aumento de la capacidad militar de China podría influir en que optase por resolver sus conflictos con Japón con un ataque militar”.
Además, en el documento elaborado por este think-thank norteamericano, se considera al actual status quo como “insostenible”, además de explicar que las respuestas que se tengan que dar a lo largo de las próximas décadas requerirán “dolorosas concesiones por ambas partes”. Por otro lado, se especifica que las políticas y estrategias exteriores existentes pueden fallar para asegurar un entorno de seguridad estable y propicio para los intereses de la alianza EEUU-Japón.
Además, y según ha algunas críticas que ha trasladado la web del instituto Carnegie sobre el informe, el almirante Dennis Blair, ex comandante del Comando del Pacífico de EEUU considera que, aunque la tradicional alianza entre Washington y Tokio ha sido “crucial” para el equilibrio del Pacífico oriental, el equilibrio de poder está dirigiéndose hacia China, y por ello las tensiones entre los estados asiáticos están aumentando”. (Javier Martínez)